26 jóvenes intervinieron en las tradicionales Misiones de Invierno durante el fin de semana del 6 al 8 de agosto.
Con la bendición de crucifijos e identificaciones, más de una veintena de estudiantes de distintas carreras de nuestra Universidad partió a las actividades de las Misiones de Invierno 2010, que en esta oportunidad se efectuaron en la localidad de Huaro.
Las jornadas de Misiones consistieron en forrar mediaguas, hacer un invernadero, baños sanitarios, y trabajos de reparación de la capilla, además de un taller de la salud. Al atardecer de cada día, se desarrollaron los momentos de reflexión y diálogo con las familias.
María Daniela Jara, estudiante de Educación Diferencial, señaló que: “este fue mi cuarto año de Misiones, no he faltado a ninguna, y en Huaro, la gente es muy amorosa, creo que necesitan mucha ayuda. Aunque las Misiones sean cortitas, igual vale la pena. La idea es ir a acompañar a la gente, que está sola en el campo, hay mucha gente mayor, y mucha gente necesita ayuda en salud”, indicó.
Por su parte, Nidia Gil, estudiante de Pedagogía en Educación Media en Inglés, vivió esta Misión con la emoción de quien comienza una grata viviencia: “esta es una bonita forma de ayudar a la gente, y una gran oportunidad que nos da la Pastoral de la Universidad para cumplir este deseo de colaborar con las personas. Yo antes no había participado en Misiones, si había ido a hospitales, a hogares de niños, pero nunca a una Misión como ésta”, señaló
Misa de Envío
La Misa, realizada la mañana del 6 de agosto, fue presidida por el Vice Gran Canciller, R.P. Luis Rifo, y el Padre Ángel Galindo, sacerdote español académico de la Universidad Pontificia de Salamanca, de visita en nuestra Casa de Estudios.
Durante su homilía, el Padre Galindo recalcó a los jóvenes que comenzaban su misión pastoral que: “sólo mirando en nuestro interior se pueden encontrar los tesoros de nuestra persona”, y les recordó que durante las misiones, esos tesoros tiene especial valor en la tarea de evangelización.
El Vice Gran Canciller agradeció las palabras del padre Ángel, y pidió para que los jóvenes sean verdaderos embajadores de la misión pastoral de nuestra Universidad Católica entre los más necesitados.
Asimismo, el Rector, Dr. Juan Miguel Cancino, quien acompañó a los voluntarios durante la Misa, los saludó antes de su partida hacia Huaro, recordándoles que estamos en pleno Mes de la Solidaridad, en memoria del Padre Alberto Hurtado, quien enseñó que nadie es tan pobre como para no dar. “Estoy seguro que en Huaro, donde he estado junto a misiones anteriores, (…) ustedes van a sentir la alegría de entregar a los demás, y van a llegar con un corazón rebozante y cargado para que el próximo semestre sea magnífico para todos ustedes”, manifestó la autoridad universitaria.