Primera en ránking país y única en la región seleccionada por Fondos Quimal para tecnologías de desarrollo de la astronomía, Facultad de Ingeniería se adjudicó $54 millones para medidor autónomo de radio-interferencia.

Primera en ránking país y única en la región seleccionada por Fondos Quimal para tecnologías de desarrollo de la astronomía, Facultad de Ingeniería se adjudicó $54 millones para medidor autónomo de radio-interferencia.
Seis fueron las instituciones que, en su convocatoria 2013 (primera en que participa la UCSC) se adjudicaron recursos para el desarrollo de la astronomía nacional. Los Fondos Quimal tuvieron en esta oportunidad a un único seleccionado en la región, el Dr. Ricardo Bustos, académico de la Facultad de Ingeniería. El proyecto N° 130005, número uno del ránking según la decisión conjunta entre los Evaluadores Externos y el Consejo Asesor Astronomía – Conicyt, consiste a largo plazo en la construcción e implementación del único telescopio de baja frecuencia de Latinoamérica, que se instalaría en el norte de Chile.
“En esta primera etapa nuestro trabajo apunta a la medición de los índices de contaminación de radio-frecuencia provocada por el hombre en la Región de Antofagasta, derivada de las emisiones de las telecomunicaciones y atmosféricas”, explica el Dr. Bustos, responsable del Proyecto MARI (medidor autónomo de radio- interferencia). La iniciativa implica la construcción de un medidor autónomo que luego desarrollará dos campañas: la primera de análisis de los sectores que en el norte de Chile podrían alojar en mejores condiciones un telescopio de baja frecuencia y, la segunda, destinada a caracterizar en detalle la zona que resulte elegida para ese propósito.
La primera campaña se realizará en el Llano de Chajnantor, donde se ubica el Parque Astronómico de Conicyt; el Parque Llullaillaco y las proximidades de Paranal (todos en la Región de Antofagasta). Luego del análisis inicial, uno de estos sititos será seleccionado para la posterior instalación de MARI durante un año, lo que permitirá conocer en detalle las características de la contaminación ahí existente, sus variaciones diarias y estacionales, además de aquellos aspectos que puedan intervenirse. El proyecto permitirá además la integración de estudiantes de la Facultad de Ingeniería a las investigaciones.
Las características del medidor autónomo MARI reúnen alta tecnología en aproximadamente un metro cúbico, en el que se conjugan un analizador de espectro, antenas, amplificadores y una estación meteorológica, todo transportable y alimentado a través de paneles solares.
El objetivo final de esta primera etapa del proyecto, que implicó la adjudicación completa de los recursos solicitados al Fondo Quimal -equivalentes a $54.638.000- es contar con todos los antecedentes necesarios para iniciar, en un plazo no superior a cinco años, la instalación de un telescopio de baja frecuencia en la Región de Antofagasta. La labor cuenta además con la colaboración de la Universidad de Arizona State, a través de su académico penquista radicado en Estados Unidos, Raúl Monsalve.
Con el proyecto de la UCSC, Chile se convertiría en el primer país de Latinoamérica con capacidad para observar la composición del universo antes de la conformación de las primeras galaxias. Según explica el Dr. Bustos, la época de reionización del universo, durante la también denominada “época oscura”, se remonta a alrededor de 200 a 1.000 millones de años luego del Big-Bang. El académico detalla que actualmente es detectable el hidrógeno neutro propio de la Vía Láctea, que emite una señal equivalente a 1.4 GHz, pero para detectar lo ocurrido en el periodo previo, por efecto Doppler se requiere una capacidad de medición de 80 a 200 MHz, lo que se traduce en el requerimiento de un telescopio de baja frecuencia.
A través del Programa de Astronomía perteneciente al Departamento de Relaciones Internacionales, Conicyt estableció el Fondo Quimal, destinado a desarrollar y financiar el concurso que este año cumplió con su segunda convocatoria, y cuyo objetivo es potenciar a nivel nacional la investigación, diseño y desarrollo de nuevas tecnologías en el área de la astronomía y sus ciencias afines. Esa es justamente la tarea que emprendió la UCSC.