Diálogo “Fe, razón, cultura y política en el legado de Juan XXIII y Juan Pablo II”, fue organizado por la Unidad de Filosofía Política y Social del Instituto de Teología y el Centro de Humanismo Integral Jacques Maritain.

Diálogo “Fe, razón, cultura y política en el legado de Juan XXIII y Juan Pablo II”, fue organizado por la Unidad de Filosofía Política y Social del Instituto de Teología y el Centro de Humanismo Integral Jacques Maritain.
El legado de Juan XXIII y Juan Pablo II fue el foco de análisis del diálogo realizado en el Salón de Honor de la Municipalidad de Concepción, previo a la canonización de ambos Papas contemporáneos, ceremonia que se celebrará este domingo en la Santa Sede. “Fe, razón, cultura y política en el legado de Juan XXIII y Juan Pablo II”, fue una actividad realizada en conjunto por la Unidad de Filosofía Política y Social del Instituto de Teología y el Centro de Humanismo Integral Jacques Maritain, de la que participaron el Director de Pastoral UCSC, Pbro. Cecilio de Miguel, la Senadora Jacqueline Van Rysselberghe y el Diputado Jorge Sabag.
“Los años sí me permitieron conocer a Juan XXIII”, aseveró el Padre Cecilio al comienzo de su exposición, que reflexionó en profundidad en torno a la figura de ambos Papas, su inmensa fe y vidas ejemplares. Realizando también, como contraparte, una crítica al agnosticismo, el sacerdote recordó a los presentes lo fundamental que es “no estorbar a Dios”. El Padre Cecilio realizó, en particular, un breve recorrido por hechos significativos de la larga vida de Juan Pablo II, tanto desde la perspectiva humana, como también desde la esfera pública y profundamente espiritual.
Por su parte, la Senadora Jacqueline Van Rysselberghe y el Diputado Jorge Sabag, ofrecieron cada uno su propia reflexión en torno a los protagonistas de la canonización que celebrará el Papa Francisco en el Vaticano este domingo 27 de abril, cuando en presencia de otro Papa -Benedicto XVI-, sea él el responsable de formalizar que esos dos sucesores suyos se conviertan en santos.
“Juan Pablo II fue un hombre bueno, que dedicó su vida a entregar el mensaje de Dios sin color, pero sí con el olor de la santidad”, recalcó en su exposición la Senadora Van Rysselbergue, aludiendo a que, independientemente de lo que en ocasiones han planteado partidos políticos de distintas tendencias, se trató de un Papa que no cesó de realizar acciones mientras permaneció a la cabeza del Vaticano. Hechos como el perdón a su agresor, su visita a Chile, las 14 encíclicas que desarrolló y todos los récords que batió, fueron recordados por Jacqueline Van Rysseberghe.
El Diputado Sabag, en tanto, se refirió a ambos Papas como “dos gigantes de la fe”, y recalcó que la fuerza de Juan Pablo II se debió a la fuerza de la fe, esa que vence al mundo. “Fue un hombre que pidió perdón, como debiera pedir perdón la sociedad al mundo, por los crímenes que a diario comete”, afirmó el parlamentario. Durante su exposición, Sabag también hizo hincapié en las carencias éticas que hoy predominan en el contexto social y que, durante su pontificado, intentó solucionar Juan Pablo II. El Diputado se refirió en ese contexto, al mercado, el quehacer del Estado, y asuntos tan profundos y medulares como el derecho a la vida del que está por nacer y del que está por morir.
La actividad contó también con la presentación y moderación de los académicos del Instituto de Teología, Pbro. Hernán Enríquez y Rodrigo Colarte, respectivamente.