El Centro de Estudios Asia Pacífico (CEDAP) de la UCSC presentó propuesta para incentivar la comercialización de productos y servicios de la industria metalmecánica del Biobío, diversificando así el mercado de la región, para reducir los riesgos de crisis en la zona.

El Centro de Estudios Asia Pacífico (CEDAP) de la UCSC presentó propuesta para incentivar la comercialización de productos y servicios de la industria metalmecánica del Biobío, diversificando así el mercado de la región, para reducir los riesgos de crisis en la zona.
La región ha evidenciado un bajo crecimiento en las últimas dos décadas, lo que conlleva un menor dinamismo en la creación de empresas, empleo y productividad. Las razones de este desafortunado escenario son múltiples, y las alternativas de mejora están dadas por la diversificación de los mercados, como por ejemplo, la expansión de la industria metalmecánica.
“Surge la necesidad de renovar y aumentar los mercados de manera de reducir los riesgos y aumentar la competitividad. Es necesario reinventarse, invertir en tecnología, aprovechando las capacidades existentes”, señala Andrés Ulloa, docente de la UCSC, autor de “Diseño de una Estrategia para Internacionalizar los Productos y Servicios de la Industria Metalmecánica de la Región del Biobío”.
La actividad metalmecánica genera ventas por más de mil millones de dólares y emplea a 25 mil personas. En general este sector industrial lo conforman empresas que producen bienes de alta calidad y estandarizados como Moly-Cop, Huachipato, Inchalam y Asmar, sin embargo, no se ha consolidado como un sector competitivo y pujante a nivel internacional.
Estas empresas trabajan a pedido y en general son proveedores del sector forestal, lo que genera inestabilidad. “Esta fuerte dependencia de pocas empresas grandes y la gran oferta de productos generan una fuerte competencia, que reduce los márgenes de ganancia y la posibilidad de reinvertir en tecnológica, capacitación e innovación”, señala Ulloa.
Las principales debilidades de esta industria, a consecuencia de lo anterior, estarían en la falta de ingeniería de diseño, el bajo grado de innovación, la falta de investigación y desarrollo y baja asociatividad entre empresas y universidades. A partir de este escenario la UCSC desarrolló una propuesta, financiada por el Gobierno Regional, con apoyo de la Dirección Regional de ProChile.
Las estrategias planteadas van por el camino de la diversificación de la producción hacia bienes y servicios de mayor valor agregado, con un fuerte componente tecnológico y de capital humano avanzado, que reduce la dependencia regional en recursos naturales. Se basa también en la cooperación de los proveedores locales y en su capacidad de compartir información para posicionar la industria metalmecánica regional en América Latina, entre otras propuestas.
Las potencialidades del sector metalmecánico son múltiples, sobre todo porque la región cuenta con el recurso, sin embargo, es necesaria una fuerte inversión en tecnología, pues esta área se ha desarrollado principalmente en procesos básicos, no participando en servicios de mediana complejidad, y es hacia allá donde debe avanzar.