
La iniciativa encabezada por el Vice Gran Canciller benefició a diez familias de Talcahuano damnificadas tras el tsunami del 27/F.
Una emocionante celebración del día de la madre tuvieron diez familias del sector Santa Clara de Talcahuano. Gracias al trabajo conjunto del Arzobispado de Concepción, la comunidad de la Parroquia Santa Teresa de la Dehesa y nuestra Universidad, este domingo despertaron con llegada de sus futuras viviendas.
Se trata de una construcción en madera, forrada, de 34 metros cuadrados, con dos dormitorios, cocina americana, baño, living-comedor, con vigas a la vista y techo de zinc.
“Esto no es una vivienda de emergencia, es una vivienda definitiva. La intención es demostrar que se puede construir algo de mucho mejor calidad que una mediagua y a un costo no muy alto”, detalló Alex Acuña, responsable de la instalación.
La alegría en los rostros de las familias damnificadas era evidente. Para la señora Eva La Rosa, la reconstrucción de su hogar le entregó una cuota de esperanza y agradecimiento a Dios.
“Yo no tenia idea que el Señor me iba a mandar un regalo así, tan lindo, no lo pensaba, pero cuando lo supe me sentí feliz y le agradezco a mi Señor y a todas las personas de la comunidad, no se como agradecerle a Dios”, comentó emocionada.
El Vice Gran Canciller de la Universidad, Pbro. Luis Rifo, fue pieza clave en el éxito del proyecto. Este domingo acompañó la llegada de los paneles y materiales de construcción y, en medio de las muestras de cariño, valoró la entereza de esta comunidad.
“A pesar de la desolación se reunieron para celebrar la fe y cada uno se ha interesado en el bienestar de los afectados, se nota una fe consolidada y eso va produciendo frutos”, destacó.
Tal como explicó el Vice Gran Canciller esta acción surgió del Gran Canciller de la Universidad y Arzobispo de Concepción, Monseñor Ricardo Ezzati, quien logró sumar voluntades para ir en ayuda de quienes más lo necesitan.
“Dios ha estado en el origen y desarrollo de todo esto, permitiendo el hermanamiento de parroquias de Santiago que no sufrieron daño con las más afectadas”, indicó el Padre Luis.
Tras la llegada de las viviendas, las propias familias levantarán sus hogares con el respaldo de muchas personas, que en forma anónima, trabajarán para que ellos puedan retomar los sueños que el mar les arrebató.