El Rector de la UCSC, Christian Schmitz, fue parte del grupo de autoridades universitarias que destacan rol público de sus instituciones y llaman a que no sean discriminadas en la Reforma a la Educación Superior.
Ante el próximo envío de la reforma a la educación superior al Parlamento, los rectores de Red de Universidad Públicas no Estatales G9 entregaron este miércoles en el Palacio de La Moneda, una carta dirigida a la Presidenta de la República, en la que exponen sus principales planteamientos. También dejaron copia de la misma a la Ministra de Educación.
El presidente de la Red y Rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, y los rectores de la Universidad Técnica Federico Santa María, Darcy Fuenzalida; de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez; de la Universidad de Concepción, Sergio Lavanchy; de la Universidad Católica del Norte, Jorge Tabilo; de la Universidad Católica del Maule, Diego Durán; de la Universidad Católica de Temuco, Aliro Bórquez; y de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Christian Schmitz, firmaron la carta que luego entregaron personalmente en el Mineduc y La Moneda.
El Rector Schmitz declaró que la acción efectuada esta mañana responde a que la Red busca el reconocimiento del rol público que juegan las instituciones del G9. «Desde comienzos de año hemos estado en una campaña comunicacional intensa, centrada en cartas e inserciones en los medios de comunicación, sin embargo, la semana pasada, tras una reunión del comité ejecutivo del CRUCH con la Ministra de Educación y el Ministro de Hacienda, -entre otras autoridades de gobierno-, se desconoció el aporte de las universidades no estatales, tema que nos sorprendió en forma negativa».
La Red además hace hincapié en que las propuestas de las instituciones de la Red también sean consideradas en la Reforma a la Educación Superior, especialmente cuando se prioriza solo a las universidades estatales, discriminando a las Casa de Estudio que han compartido con ellas el rol público. En ese sentido Schmitz declara que como G9 «creemos que detrás de este desconocimiento de nuestro rol público están los intereses políticos o ideológicos que pretenden simplificar las consideraciones necesarias para una reforma equitativa de la educación superior, dejando el foco solo en las universidades estatales y la educación laica que estas instituciones brindan, desconociendo así el rol y aporte que las 9 universidades del G9 han han entregado a los largo del tiempo».
Carta de la Red G9
El documento señala que la historia de la educación superior de Chile, desde hace más de un siglo, ha incluido universidades estatales y no estatales de vocación pública, con misión e identidad propia. Los planteles que integran la Red de Universidades Públicas no Estatales – G9, siempre han aportado al país en los más diversos ámbitos y desde su origen han estado vinculados a la ciudadanía, que ha impulsado su fundación y desarrollo, especialmente en regiones.
Para la Red es de vital importancia que en el proyecto de ley se considere y valore el rol y función pública que deben cumplir las instituciones, teniendo presente que la definición de lo público supera ampliamente la naturaleza jurídica y se relaciona directamente con el bienestar y desarrollo de las personas y dela sociedad.
Las instituciones del G9 tienen un liderazgo y rol indiscutible en el sistema de educación superior actual. Su contribución abarca materias muy diversas, generando bienes públicos para los ciudadanos. En su conjunto, suman más dela mitad delas publicaciones indexadas y de los proyectos de investigación concursables; lideran las iniciativas de desarrollo y transferencia tecnológica, patentes y licenciamientos; actúan como articuladoras entre distintos actores y organismos para abordar temáticas complejas; promueven el desarrollo científico, social y artístico del país; propician alianzas con el sector productivo; y generan acceso a la cultura, entre otras acciones. Asimismo, trabajan día a día para perfeccionar sus proyectos educativos, invirtiendo todos sus recursos en ello. Fruto de esta comprometida labor han logrado altos estándares de calidad, que son reconocidos por toda la sociedad; por medio de los indicadores de acreditación dela Agencia Nacional de Acreditación (CNA) como los más destacados del sistema,- y por prestigiosos rankings nacionales e internacionales, como el QS, que una vez más este año ha distinguido a cinco planteles de nuestra Red entre Ios 50 mejores de América Latina.
De igual forma, realizan un notable aporte en inclusión, acogiendo a una gran cantidad de estudiantes talentosos que provienen de contextos vulnerables. Más allá de las iniciativas de cada universidad, en la promoción 2016 ingresaron a nuestra Red más de 16 mil estudiantes nuevos y casi 29 mil de cursos superiores, producto de la implementación dela política de gratuidad. En esta misma línea, el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (PACE), que se ha aplicado con éxito en tres universidades del G9, permitió que este año acogieran al 71% de los estudiantes que accedieron por esta vía a la educación superior en el país. A partir de 2016 todas las universidades del G9 participan de este relevante programa, propiciando iniciativas y apoyos que aseguren la permanencia y titulación de estos estudiantes.
Por su enorme contribución, han recibido siempre desde el Estado un trato institucional como personas jurídicas de derecho público. Sin embargo, hoy se pretende desconocer este aporte y se plantea una clara discriminación hacia nuestras instituciones. Compartimos la necesidad de apoyar el desarrollo de los planteles estatales, favoreciendo su mejor gestión y financiamiento, pero esta política sólo tendrá un efecto positivo si se apoya y fortalece a todo el sistema de carácter público, de lo contrario se corre el riesgo de dañar gravemente al sistema universitario que se encuentra al servicio del país.
Además, mantienen una estrecha relación con los planteles estatales al interior del Consejo de Rectores (CRUCh), que se expresa, entre otros lazos, en más de 200 proyectos de ejecución conjunta: en investigación, transferencia tecnológica y redes sobre diversas temáticas. Adicionalmente, y con el fin de encontrar las mejores soluciones a los desafíos de nuestra sociedad, el trabajo colaborativo de nuestra Red incluye alianzas con otras instituciones nacionales e internacionales, propiciando la colaboración como un elemento fundamental para el desarrollo del sistema en su conjunto.
La tradición y aporte de las universidades del G9 constituye un patrimonio de todo Chile, que se debe valorar, preservar y estimular. El G9 confía en que aún existe espacio para que el proyecto recoja efectivamente una perspectiva que fortalezca de manera equilibrada el sistema de educación superior; ya que seguir contando con el respaldo del Estado en las universidades que representamos es decisivo para cumplir cabalmente nuestra misión.