La especialista e integrante del Instituto Grupo Palermo, Macarena Cao, estuvo en la UCSC con profesionales que desempeñan labores con menores.
Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco niñas de hasta 18 años es abusada y lo mismo pasa con uno de cada trece niños. El mismo organismo precisó que Chile es tercero en el mundo en tasa de denuncias por el abuso a menores.
En este contexto, la psicóloga argentina, egresada de la Universidad de Buenas Aires, dio a conocer algunas técnicas para identificar indicios que un niño deja ver cuando ha sufrido de Abuso Sexual Infantil (ASI).
En esta oportunidad la profesional abordó la temática del abuso sexual contra niños y el juego (hora de juego diagnóstica) profundizando en las características propias del juego en niños víctimas de ASI.
La hora de juego (diagnóstica) es un recurso técnico que profesionales de la salud utilizan dentro de un proceso de evaluación con el objetivo principal de conocer tato el mundo interno como el externo del niño acercándonos así a su modo de sentir y pensar, logrando hipotetizar, por lo tanto, su padecimiento.
La especialista en Prevención y Asistencia en Clínica de Niños, explicó que “hay que considerar que los niños tienen un polimorfismo del lenguaje. Eso quiere decir que no sólo nos va a comunicar las cosas hablando, sino también desde el dibujo y el juego. Hay varias investigaciones donde en función de estudios que se hicieron se llegan a indicadores presentes en dibujos o juego que ayudan al armado del diagnóstico de abuso sexual.”
Acerca de las señales que los adultos deben identificar en este contexto, la terapeuta y supervisora clínica, manifestó que “hay muchas conductas propias en este contexto, sin embargo dependerá de cada edad. A nivel muy general hay que estar atentos a los puntos si existen puntos de regresión. Esto se puede apreciar en un pequeño que tenía determinados logros, pero luego empieza a involucionar. También, puede pasar que a los niños les empieza a ir mal en la escuela, o si antes comían por sí solos y luego lo dejan de hacer o hacen berrinches sin una causa puntual”.
Realidad argentina y chilena
Sobre los puntos de comparación de este problema en Chile y Argentina, Cao aseguró que son similares. “Lamentablemente, estamos bastantes parejos, ya que aún hay poco avance. Recién estamos en etapas de investigación. Acá, recién el año pasado se comenzó a considerar la ley de resguardo de testimonios videograbados. Eso es un avance porque genera que no se revictimice a un menor, teniendo que contar una y otra vez lo que le ha sucedido”.
Finalmente, sobre los principales desafíos en la materia, la directora de Raíces (Red Asistencial Integral y Capacitación Específica en Salud), reflexionó que “las estadísticas crecen y no las estamos frenando. Creo que la formación de profesionales es la verdadera prevención, aunque sea secundaria, ya que podemos intervenir cuando un menor ya fue abusado, pero podemos lograr que un abuso no se naturalice o no quede cronificado”.
Cabe precisar que la profesional se presentó en la Universidad Católica de la Santísima Concepción como parte una capacitación con profesionales, psicólogos, asistentes sociales y actores relacionados realizada a través del Instituto Grupo Palermo Chile. Un evento que fue coordinado por el Diplomado en Salud Mental del Niño y del Adolescente de la Facultad de Medicina.