Fernando Saenger asistió como miembro de la Federación Interamericana de Abogados al referéndum sobre acuerdos de paz llevado a cabo el pasado domingo.
El profesor Fernando Saenger Gianoni ha sido docente del cuerpo académico de la Facultad de Derecho de la UCSC por más de 40 años, y también forma parte de ciertas organizaciones internacionales de abogacía, entre ellas la Federación Interamericana de Abogados (FIA), de la cual fue Presidente del Comité de Derecho Constitucional, y hoy participa como miembro observador de procesos, calidad en la que fue llamado a supervisar el referéndum por la paz de Colombia, que establece un cese a la guerrilla llevada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el que se impuso la negativa al acuerdo bajo los términos actuales.
Sobre el proceso técnico, Saenger señala que «no hubo disturbios, no hubo aglomeraciones ni peleas, por lo menos lo que pudimos apreciar en Bogotá». El académico y abogado indicó que el proceso se desarrolló con completa calma, pero que el quórum para validar el plebiscito fue muy bajo, y lo comparó con otros procesos.
«Votó solo el 34% de un cuerpo electoral de 34 millones 900 mil personas, generando un 66% de abstención. En muchos países los plebiscitos son válidos cuando participa más del 50% del cuerpo electoral. Acá no fue así, lo que le resta legitimidad, porque el mismo día domingo en Hungría se votó con respecto a un tema de inmigración europea y no se llegó al 50% de quórum, por lo que se invalidó la proceso», indicó.
En el caso de Colombia, el umbral mínimo para validar la votación fue de un 13%, el cual equivalía a 4,8 millones de votos. Sobre las inclinaciones en los poblados rurales y en las localidad céntricas, el docente señala que «es lógico que las ciudades céntricas de Colombia se hayan inclinado por el no, mientras que los poblados selváticos se hayan inclinado por el sí. En los sectores alejados al centro de Colombia han sufrido mucho más que la gente del centro, de ciudades como Medellín y Bogotá, es cierto, pero también es cierto que Colombia es un solo país, por lo que la votación no se puede cercenar, no se puede dividir».
Sobre el acuerdo de 294 páginas, indica que los ciudadanos que votaron por el no, probablemente no coincidían con la serie de garantías y beneficios, en las que se incluían 10 escaños directos en el congreso y senado (cinco y cinco respectivamente) para las FARC a partir del 2018, y por dos periodos de 4 años; el apoyo a cada combatiente que deje las armas con 620 mil pesos colombianos mensuales por 24 meses (141 mil pesos chilenos); la entrega única de 2 millones de pesos colombianos (450 mil pesos chilenos) pasados 6 meses de la firma del acuerdo; y la entrega de 8 millones de pesos (1 millón 800 mil pesos chilenos) para iniciar proyectos emprendedores a los que tuviesen la iniciativa.
Sobre las sanciones, podrán ser condenados de entre dos a cinco años cuando la participación de los actos imputados no sean determinantes, y por otro lado si existe evidencia de una participación determinante será de entre cinco a ocho años, pero señala que «son penas alternativas(…); son muy pocos los que podrían teóricamente ir a la cárcel, principalmente los vinculados a crímenes de lesa humanidad y genocidios».