En su charla, el investigador y académico Iván Jaksic abordó los desafíos actuales de la historiografía nacional.
El Premio Nacional de Historia y docente especializado en la vida y obra de Andrés Bello, Iván Jaksic, llevó a cabo un diálogo académico en el que hizo referencia a la figura de este destacado intelectual, escritor, especialista en derecho y político venezolano, nacionalizado chileno.
En la actividad, organizada por el Magíster en Historia de la UCSC, Jaksic señaló que muchas veces se tiene una idea de los personajes históricos en cuanto a su aporte en la política y la sociedad, pero no necesariamente sobre el papel que juega su experiencia y su vida en el desarrollo de un proyecto político o intelectual.
“Hablar de Andrés Bello es unir estas temáticas. El que conocí era el de las referencias obligadas, el de sus textos, el de su traslado al mundo del Derecho, que tiene plenamente merecido, pero que, de alguna forma, nos impide ver sus reflexiones en torno a la Historia”, comentó.
Asimismo, explicó que empieza a pensar en Andrés Bello, porque hoy, más que nunca, ve la importancia de la Historia, de un juicio moderado y sereno sobre el pasado. “Él es un hombre que luego de varios encuentros con la realidad histórica, con golpes bastante duros en lo personal, logró elaborar un proyecto de nación, de república, de comunidad, que creo podemos compartir hasta el día de hoy”.
De igual modo, sostuvo que poseía una concepción multidimensional de la educación, pues no se refiere solamente a la educación primaria, secundaria o terciaria, sino al papel de ésta en general para el país, para la alfabetización y el goce de los derechos ciudadanos. “Este es un aporte fundamental de Andrés Bello y sigue siendo nuestra gran preocupación, cómo adecuar la educación a los desafíos del mundo contemporáneo”.
El académico también destacó la vigencia que tiene el pensamiento de Bello en relación con el Estado de Derecho. “En momentos de quiebre es cuando nos damos cuenta de la importancia de las reglas compartidas y él lo hizo en una multiplicidad de niveles. Esto es muy importante en un momento en que estamos redactando un nueva Constitución”.
Sobre los desafíos de la historiografía, Jaksic señaló que para evaluar el pasado primero hay que entender hacia dónde vamos, preguntarse cómo se ratifican los hechos que son significativos, así como reconocer la importancia que tiene la teoría para su interpretación. A ello, agregó determinar cuál es la relación que tiene el estudio con el presente, cuestionarse si es perfectamente compatible desarrollar un trabajo científico que, al mismo tiempo, tenga una relevancia.