Estudiantes de Ingeniería Civil Informática ofrecieron una cálida jornada a 19 menores del centro de Curanilahue, a partir de recursos otorgados por la Facultad tras su aporte en actividad solidaria de recepción “en buena”, efectuada en marzo.

Estudiantes de Ingeniería Civil Informática ofrecieron una cálida jornada a 19 menores del centro de Curanilahue, a partir de recursos otorgados por la Facultad tras su aporte en actividad solidaria de recepción “en buena”, efectuada en marzo.
Eligieron regalar sonrisas. Los novatos de Ingeniería Civil Informática, que producto de su desempeño solidario durante la recepción “en buena” que preparó la Facultad de ingeniería, se hicieron acreedores de $100.000 para organizar una celebración. Pero en vez del clásico asado, los jóvenes optaron por agasajar a las 19 niñas del Hogar “Manos Abiertas”, de Curanilahue. Primero las visitaron en su actual residencia, pero ahora les hicieron extensiva la invitación para que conocieran la UCSC por dentro.
“Lo que más, más me gustó, fue el cariño y la torta de majar”, confidenció la pequeña Estefani Ramírez, de diez años, sentada en el hall de la Facultad de Ingeniería, mientras manipulaba piezas de Lego. Para ella, como para el resto de sus compañeras, la actividad significó toda una novedad, pues son pocas las salidas a Concepción y menos aún las que consideran un día completo de entretenciones.
A juicio de la Directora del centro de Curanilahue, Elizabeth Basualto, este fue un regalo excepcional, pues “es evidente el cariño con que los chicos nos han tratado acá en la Universidad, que en su conjunto, ha sido sumamente generosa con todas nosotras. Se han portado sencillamente maravilloso”, aseguró durante el evento que tuvo como centro de operaciones a la Facultad de Ingeniería, donde la Dirección de Difusión instaló un módulo informativo y entregó recuerdos de la UCSC a las menores.
Otro aspecto destacado por la responsable de estas visitas, se relaciona con las opciones que se abren a las niñas mayores, al conocer una institución de Educación Superior. “Es más que una salida recreacional, porque les muestra el mundo al que ellas también pueden llegar”, enfatizó. El resultado de la recepción “en buena” fue gratificante para todos los involucrados y es una evidencia concreta del buen resultado de las actividades propuestas por la UCSC para ese periodo.
La jornada consideró un desayuno preparado por los estudiantes, recorridos por las distintas dependencias del Campus San Andrés y una muestra de robótica, para finalizar con un almuerzo en el casino y la entrega de dos equipos computacionales -estas dos últimas instancias a partir del respaldo de la Facultad-, que les serán de utilidad a las pequeñas para sus deberes escolares. “Esto reafirma una relación que queremos cultivar como generación”, aseguró Pedro Ormeño, estudiante de la carrera, a partir de la inscripción de las 19 invitadas como miembros honorarios de la Academia de Robótica UCSC.
El encuentro fue coordinado por el Departamento de Ingeniería Informática de la Unidad Académica, y contó con la participación directa del académico Carlos Hernández, además del coordinador Jaime Abrigo. Adicionalmente, y a raíz del evento, la Facultad de Comunicación, Historia y Ciencias Sociales hizo entrega de una estufa a la directora del hogar, necesaria para calefaccionar los dormitorios que actualmente ocupan las menores en Curanilahue y que había comprometido como parte de las acciones solidarias que desarrolla a favor de “Manos Abiertas”.