De igual modo, en la Eucaristía se pidió al Señor el regalo de una mirada amplia y un corazón generoso para servir a los demás.
Con una alta convocatoria y poniendo en manos de Dios, tanto al país como la contribución que hace la Comunidad Universitaria a su desarrollo y crecimiento, se dio inicio a la Misa Criolla, ceremonia que marca el comienzo de la celebración de Fiestas Patrias de la Universidad.
En la eucaristía, el Director de la Pastoral UCSC, Presbítero Víctor Álvarez, resaltó la oportunidad que entrega esta ceremonia para hacer un alto en nuestras actividades y rezar por nuestra tierra, por su historia y desafíos y, sobre todo, por los chilenos más necesitados.
“Estamos reunidos aquí, porque nos sentimos parte de una casa común, somos corresponsables de lo que ocurre en el país, pues si bien tenemos una misión y responsabilidad personal, no podemos olvidar nuestro deber social”, comentó el sacerdote.
De igual modo, el Presbítero hizo referencia a las dificultades que ha debido enfrentar la iglesia chilena, sosteniendo que una Iglesia con llagas pone el centro en Jesucristo, pues él es el único que puede sanar las heridas. “Pidamos al Señor que nos regale una mirada amplia y un corazón generoso para dar lo mejor de nosotros en favor de los demás”, concluyó.
Tras el término de la Eucaristía, los asistentes pudieron disfrutar de un pie de cueca, interpretado por estudiantes, miembros de la Pastoral Universitaria.
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