Propuesta de estudiantes de I. Civil Industrial fue recibida y habilitada por la Dirección de Bibliotecas, y hoy la sala de estudio número 2 de sus dependencias cuenta con mesas “rayables” para 120 alumnos.

Propuesta de estudiantes de I. Civil Industrial fue recibida y habilitada por la Dirección de Bibliotecas, y hoy la sala de estudio número 2 de sus dependencias cuenta con mesas “rayables” para 120 alumnos.
Para Karen Jara, Directora de Bibliotecas de la UCSC, ahora es un agrado que los alumnos de la Universidad rayen las mesas cada vez que estudien en sus dependencias. Su tranquilidad se debe a seis futuros ingenieros civiles Industriales que, en el marco de la asignatura de Administración General, propusieron incorporar mesas pizarra, elaboraron un proyecto contundente, analizaron costos y beneficios y, finalmente, se lo presentaron como una alternativa viable a Biblioteca.
Se trata de Patricio Huichalao, Felipe Fuentes, Omar Oyarzo, Andrés Placencia, Álvaro Morales y Alexandra Vega, quienes generaron la idea innovadora durante el segundo semestre de 2012, en el curso dictado por la académica Claudia Carrasco. Y este año, cuando volvieron de sus vacaciones, se encontraron con la grata sorpresa de que la propuesta se había materializado. “Uno en primera instancia cree que no lo van a tomar en cuenta, pero pasó todo lo contario: recibieron inmediatamente nuestra idea, nos aconsejaron y la llevaron a la práctica”, cuenta Andrés.
Efectivamente la propuesta no quedó en el papel y, para inaugurar su puesta en marcha, la Dirección de Bibliotecas preparó un acto del que participaron no sólo los creadores del proyecto y la académica Claudia Carrasco, sino que también el personal de la Unidad, que también participó de la realización. Fue Román Sepúlveda, de estantería abierta, quien puso manos a la obra y refaccionó las mesas con que ya disponía Biblioteca, desafío que ningún proveedor pudo concretar. El resultado es que, con una inversión cercana a los $500.000, hoy se dispone de 20 mesas absolutamente “rayables”.
El espacio habilitado por el momento es la sala de estudio número 2 de la Biblioteca Central del Campus San Andrés, con capacidad total para 120 alumnos. Según señaló Karen Jara, se espera incorporar la innovación a la brevedad en otras dependencias disponibles para los estudiantes, que además pueden solicitar plumones y borradores en el sector de referencia de Biblioteca. “Fue una propuesta seria la que hicieron, aplicable justamente a los espacios que ellos ocupan, por lo que la recogimos encantados de que además se acercaran a nosotros y hubieran pensado en todos los detalles. Esto abre la puerta a considerar otras ideas de nuestros estudiantes, que ya han ido llegando”, enfatizó Karen Jara antes del corte de cinta que inauguró el espacio.