Medicina inaugura cuarto piso con más de 700 metros cuadrados

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Gran Canciller presidió bendición este lunes.

Las autoridades junto a una estudiante de la Facultad, procedieron al tradicional corte de cinta, para iniciar un recorrido y dar por inaugurados los nuevos espacios en el Edificio San Lucas.

Gran Canciller presidió bendición este lunes.

La bendición y el tradicional corte de cinta dieron por inaugurados los nuevos espacios que posee la Facultad de Medicina en el Edificio San Lucas del Campus San Andrés. Fue el Arzobispo de Concepción y Gran Canciller de la Universidad, Fernando Chomali, quien presidió la ceremonia efectuada el lunes 3 de septiembre, junto a las máximas autoridades de la Casa de Estudios y la Facultad, acompañados por académicos, estudiantes y administrativos.

Se trata de 704 metros cuadrados que significaron una inversión de $360 millones de pesos, con un periodo de ejecución que se extendió entre noviembre de 2011 y mayo de 2012, y que contemplan salas de integración, oficinas docentes, laboratorios, sala de evaluación nutricional, salón de consejo, y espacios administrativos.

El Rector, Dr. Juan Cancino, recalcó la misión que tiene la Universidad de servir en la formación integral de personas y a la comunidad, ayudando a otros a cumplir sus sueños, deseando que este espacio apoye esta tarea. En tanto, el Decano, Claudio Lermanda, destacó que las nuevas dependencias llegan a contribuir de manera importante el normal desarrollo de la Facultad, especialmente en el marco del rediseño curricular implementado desde marzo de 2012 en tres de las cuatro carreras del área de la salud.

Al entregar su bendición, Monseñor Chomali declaró que desear el bien a una Facultad de Medicina de una institución católica, es formar a los estudiantes de manera integral, asumiendo que el ser humano es un don, y que por consiguiente, toma gran importancia cuidar su salud y su integridad.

Agregó que inculcar en los profesionales de la salud que al atender a un paciente se encuentran con un hombre que es un misterio y un prodigio, se genera el deseo de formarse bien para entregar lo mejor de sí. “El día que nos acostumbremos a tratar a las personas vamos a decaer en nuestro celo para cuidarlos. El día que tengamos siempre presente que estamos frente a una persona, a una criatura, (…)nos va a obligar a estudiar mejor, a preocuparnos mucho del estudio, para asistirlo de la mejor manera posible”.