Estudio identificó mediante modelo de Comunidades Profesionales de Aprendizaje el trabajo realizado por docentes de liceo de Talcahuano.
Una investigación publicada en la revista Psicología Escolar e Educacional buscó indagar en un liceo municipal de Talcahuano sobre las formas de trabajo colaborativo que desarrollaban los docentes, a través del modelo de Comunidades Profesionales de Aprendizaje.
El estudio de la académica de la Facultad de Educación UCSC, Dra. Carolina Aparicio, se tituló “Experiencia exploratoria de Comunidades Profesionales de Aprendizaje para favorecer el desarrollo profesional de docentes de Enseñanza Media que se desempeñan en contextos educativos vulnerables de la Región del Biobío”, y contó con financiamiento de la Vicerrectoría de Investigación de UCSC.
“La base de este estudio es lo que Schôn y muchos posteriormente han abordado como aprendizaje a partir del saber experiencial”, afirmó la investigadora, quien explicó a pesar de que el trabajo colaborativo es un imperativo para el desarrollo profesional docente actual, no están claros los formatos a través de los cuales es recomendable seguir este tipo de trabajo, “o peor aún, se imponen modelos que a las comunidades escolares les resultan impropios y alejados de su realidad”.
En los resultados de la investigación se destacó el rol que cumplen quienes han trabajado por más años en el liceo para guiar y acompañar al profesorado que ingresa y la potencialidad que tiene generar confianzas, “así como estrategias consensuadas de apoyo entre docentes para que los desafíos del trabajo docente sean efectivamente una instancia de aprendizaje”, detalló la académica.
A lo anterior añadió que “por otra parte, uno de los hallazgos que personalmente me motivó a continuar en este camino de la investigación educativa, es que los docentes en su mayoría disfrutaban trabajar con sus pares principalmente para hacer distintas actividades a sus estudiantes, espacio informal que permite crear comunidad”.
El proyecto en general tardó más de dos años y contó con el apoyo de la comunidad del liceo, cuyo equipo directivo facilitó las instancias para realizar el estudio, desde los espacios para conversar con docentes a través de entrevistas hasta la apertura para generar cambios significativos en el trabajo docente. La investigación contó con la colaboración de dos investigadores y dos estudiantes del Magíster en Ciencias de la Educación.