Trabajo conjunto con Facea finaliza este viernes en el Aula Magna de la UCSC.

Trabajo conjunto con Facea finaliza este viernes en el Aula Magna de la UCSC.
El Dr. José Román Flecha-Andrés fue el responsable de dar inicio a esta nueva versión de la Cátedra Cardenal Ernesto Ruffini, actividad organizada por el Instituto de Teología y que en esta oportunidad contó también con la colaboración de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas. “El Concilio Vaticano II y sus cuatro Constituciones” son el tema central de esta versión celebrada en el Aula Magna de la UCSC desde las 19.00 horas de ayer y hasta este viernes en el mismo horario, en el marco de la Semana Social.
“El Concilio Vaticano II fue distinto a los anteriores. No quería condenar alguna herejía, quería centrarse en el misterio de la Iglesia, en el misterio de Cristo y en las esperanzas del mundo. Fue en realidad un acontecimiento eclesial de importancia extraordinaria, por el espíritu que lo impulsó, por el diálogo universal al que dio lugar, por las esperanzas que suscitó, por la riqueza de sus reflexiones y orientaciones”, expresó el expositor.
El conferencista destacó también que “el Concilio nos invita a un diálogo sereno, cordial, afectivo y efectivo, con otros cristianos no católicos y aún con los fieles de otras religiones”. El Padre José Román Flecha-Andrés finalizó su exposición a partir de la premisa de que “el Concilio responde que cada laico debe ser ante el mundo un testigo de la resurrección y de la vida del Señor Jesús y una señal del Dios vivo. Testigo que significa, realiza, presencializa al Dios vivo”.
Durante esta primera jornada la reflexión se centró en los puntos más importantes de la Constitución Apostólica Lumen Gentium (Luz de los Pueblos), en un evento que contó con la presencia de autoridades universitarias encabezadas por el Rector Dr. Juan Miguel Cancino, y el Arzobispo emérito de Concepción, Monseñor Antonio Moreno. La iniciativa académica es organizada por el Instituto de Doctrina Social de la Iglesia Juan Pablo II, con el patrocinio del Instituto de Teología y la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, además del auspicio de la Sociedad de Servicio Social Misionero.