Luego de Misa de Envío oficiada por el Director de Pastoral, Pbro. Cecilio de Miguel, los estudiantes iniciaron una semana de trabajo que convertirá sus vacaciones de invierno en una experiencia especial.

Luego de Misa de Envío oficiada por el Director de Pastoral, Pbro. Cecilio de Miguel, los estudiantes iniciaron una semana de trabajo que convertirá sus vacaciones de invierno en una experiencia especial.
Cargados de energía iniciaron sus misiones de invierno los 50 estudiantes de la UCSC que participan de la tradicional actividad organizada por la Dirección de Pastoral. Con la localidad de Tomeco como lugar de trabajo en esta oportunidad, la expectativa general de los misioneros apunta a ser un aporte para los alrededor de 1.300 pobladores del sector próximo a Yumbel.
Las actividades fueron iniciadas formalmente con una Misa de Envío oficiada por el Pbro. Cecilio de Miguel, y celebrada en la Capilla Santa María Reina del Campus San Andrés. Según el Director de Pastoral, el resumen de ir a las misiones es recordar a todos que Dios nos ama, que está junto a nosotros que buscamos la felicidad, y que Él nos indica que ésta no se halla sino en su presencia y cercanía.
Consciente de que la iniciativa parte siempre de Dios, el Padre Cecilio explicó a los jóvenes que entre las tres formas de llamar que tiene el Señor con el “vete», el «ven» y el «vamos», “es ésta la que más nos agrada, porque aparte de sentir su mano que se apoya en nuestro hombro, sentimos la tranquilidad de no tener que preocuparnos de dónde vamos o a qué vamos. Él nos lo está indicando”, aseveró el sacerdote.
La gran esperanza de la Dirección de Pastoral con estas primeras Misiones de Invierno en Tomeco, es el bien que la actividad producirá en los jóvenes y también en las familias con las que compartirán durante toda la semana. “Me consta que en la comunidad de Tomeco, donde misionarán nuestros chiquillos y chiquillas, les están esperando ansiosos, pues saben que con los jóvenes van siempre la ilusión y la alegría envueltas en canción a ritmo de guitarras” concluyó el Padre Cecilio.