Este estudio fue realizado por estudiantes y académicas del Plan de Estudios a través de la Oficina de Educación en Ciencias de la Salud.
Un estudio sobre la “Percepción de estudiantes y profesores de Enfermería sobre la aplicación del Examen Clínico Objetivo Estructurado (ECOE)”, realizó un grupo de alumnos de la carrera de Enfermería de la UCSC en conjunto con las académicas Fabiola Gómez y Marcela Hechenleitner.
Cabe precisar que el ECOE es un procedimiento utilizado para evaluar competencias clínicas profesionales de forma estandarizada, presentando ventajas y desventajas con respecto al proceso enseñanza y aprendizaje, por lo que el objetivo de la indagación fue la de interpretar la apreciación de la comunidad de Enfermería. En la UCSC esta evaluación se realiza desde 2012, sin embargo, no existen estudios previos al respecto.
Los alumnos Francisca Abarca, Natalia Alarcón, Rocío Araneda, Javiera Lagos y Alan Ulloa, formaron parte de esta investigación que consideró una muestra de 20 estudiantes y nueve profesores que hayan rendido o participado en la organización o ejecución de al menos un ECOE. Se utilizaron entrevistas en profundidad y grupo de discusión para la recolección de datos, previa firma de consentimiento informado.
Los resultados de esta indagación establecen que existe acuerdo entre estudiantes y profesores que el ECOE provoca estrés en el estudiante, ya que les genera cierto grado de incertidumbre previa a la evaluación. Ambos informantes mencionaron la necesidad de incorporar una preparación previa a la instancia evaluativa. También es necesaria la entrega de las pautas de especificaciones que se utilizaran para medir las competencias. Por su parte, los profesores mencionan la necesidad de capacitaciones. A pesar de la percepción anterior, los participantes reconocen que es una evaluación que favorece un aprendizaje clínico.
Un proyecto que fue presentado por el equipo a través de la Oficina de Educación en Ciencias de la Salud (OFECS) en la Jornada de Educación Médica y que reunió a exposiciones regionales, nacionales e internacionales.
“La experiencia fue motivadora y sirvió de retroalimentación para estudiantes y docentes, además de ampliar la mirada para conocer otras realidades de la educación en ciencias de la salud”, comentó Gómez.