Día mundial del agua: Salud e hidratación

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Académicos de la Facultad de Medicina UCSC comentan los efectos del agua en el organismo.

La vida se explica por el agua. De hecho el cuerpo humano, es en mayor parte, agua: el cuerpo de un hombre adulto está compuesto en un 60% por este vital elemento, que influye en los procesos de todos sus órganos.

El agua es considerada el solvente universal, según explica el académico de la Facultad de Medicina UCSC, y docente de Fisiología, Felipe Albarrán. El experto señala que en los sistemas biológicos, todos los procesos fisicoquímicos característicos de la vida requieren de dicho medio para que tengan lugar.

El proceso de agua, se cumple como detalla el Decano, Claudio Lermanda, desde su ingesta, para pasar del tubo digestivo a la sangre. A través del sistema circulatorio se distribuye a todos los componentes. El riñón y las vías urinarias, junto al sistema excretor digestivo son otros de los órganos clave en el balance de agua corporal.

Cada célula requiere también del agua. El interior de ellas posee dos “compartimentos” líquidos. Se trata del “LIC, y el medio que rodea a cada una de nuestras células y que se denomina líquido extracelular o LEC, el cual también se le llama medio interno y es el responsable de proporcionar las condiciones fisiológicas necesarias para contribuir a la estabilidad para el funcionamiento normal o armónico de nuestro organismo o bien favorecer la Homeostasis” explica Albarrán.

Consumo de agua
El agua pura es por excelencia lo que recomiendan los expertos, sin embargo, no se excluyen otros líquidos, como ejemplo las sopas o jugos naturales, a condición que no contengan exceso de azúcar, sal u otras sustancias perjudiciales, como alcohol, según explica Lermanda. “La leche, para quienes la toleran bien, es un excelente medio de hidratación porque además de agua, aporta vitaminas, proteínas y energía”.

“Al consumir agua sola se evita incorporar colorantes u otros aditivos como por ejemplo, azúcares que puedan tener otros efectos en personas susceptibles” señala Felipe Albarrán.

Por otra parte, también es relevante el momento en que se toma agua: antes, durante o después de las comidas. “Incorporar agua antes de las comidas pudiese interferir con la capacidad gástrica para albergar los alimentos que se van a consumir o bien pueden diluir los jugos gástricos importantes para el proceso de digestión posterior de las proteínas” señala el profesor de fisiología.