Actualmente, existen cuatro vacunas aprobadas por el Instituto de Salud Pública, las que han permitido inocular a millones de chilenos.
Fue en febrero de este año cuando se dio inicio al proceso de vacunación en Chile, luego que diferentes laboratorios lograran desarrollar, probar y reglamentar las dosis de vacunas para combatir el Covid-19. Sin embargo, las dudas e incertidumbres a este antídoto aún se mantienen en alguna parte de la población que ha optado por no inocularse con alguna de las cuatro vacunas disponibles.
En ese sentido, la bioquímica y Jefa del Departamento de Ciencias Básicas y Morfología, Dra. Lorena Mardones, sostuvo que las vacunas entregan inmunidad frente al virus, esto es anticuerpos o células del sistema inmune. “Hay vacunas que previenen la enfermedad y otras que previenen la infección, las vacunas actuales desarrolladas para SARSCoV2 previenen la enfermedad, pero unas que prevengan la infección están en estudio en animales. Sin embargo, en algunos casos se ha visto que la enfermedad es más leve en los vacunados. Estos datos incluso se han publicado por el Ministerio de Salud que indican que la vacuna CoronaVAC disminuyó el 85% de las hospitalizaciones, el 89% el ingreso a UCI y el 80% la muerte por coronavirus”.
Mardones aclaró que para que una vacuna se apruebe, debe tener sobre el 80% de efectividad. En vacunas que se requiere una segunda dosis, este porcentaje no se alcanza con la primera dosis, sino con la segunda. La primera dosis sí entrega inmunidad, pero no completa, esto quiere decir que sí podría disminuir la probabilidad de contagio o la gravedad del cuadro, pero no tanto como con la segunda dosis. “Hay que recordar que la inmunidad toma un tiempo, no es de un día para otro, se deben generar anticuerpos y células que reconozcan el virus o partes de él”.
Mutaciones como evolución
Acerca de las mutaciones en el material genético, la Doctora en Ciencias Biológicas, explicó que ocurren por dos causas: por efecto del ambiente como agentes tóxicos, luz ultravioleta; o como productos de errores durante su replicación (cuando se multiplica). “Todos los organismos vivos están sufriendo constantemente mutaciones, lo que también corre para los virus. En el caso de organismos superiores existen mecanismos de reparación del ADN, algunos virus, como el del SARSCoV2, también poseen estos mecanismos de reparación o corrección y su tasa de mutación no es muy alta. Por otro lado, dado que hay millones de infectados en el mundo, el virus se está replicando (y mutando) millones de millones de veces, dando la posibilidad de que se presenten mutaciones”.
La investigadora de la Facultad de Medicina agregó que hay que entender que las mutaciones son parte de la evolución de un organismo, si esta trae algo beneficioso para un organismo persiste en el tiempo. En el caso de virus, se asume que es más beneficioso para él ser más transmisible que más virulento, para infectar a más personas. En el caso de las identificadas en el SARSCoV2 mejoran la unión de la proteína de la espícula (proteína S) con el receptor ACE, aumentando la transmisibilidad, según declara Malaya Kumar Sahoo, PhD, de la Stanford Univeristy. En estudios de laboratorio, se han generado mutaciones de la proteína S que no son reconocidas por anticuerpos, pero estas mutaciones no son prevalente en la población.
“Puede ser que esto se asocie con que el virus se transmita a personas más jóvenes, pero también puede ser que los jóvenes se hayan relajado en tomar las medidas de seguridad. Se requieren de estudios más completos al respecto sobre si se están enfermando los vacunados y/o si se están enfermando con las variantes nuevas del virus, yo no encontré datos publicados en cualquiera de ambos sentidos”, finalizó la académica.