Secretarias entregaron a la familia aportes reunidos en la Comunidad Universitaria.
Secretarias entregaron a la familia aportes reunidos en la Comunidad Universitaria.
Un total de 340 pañales, 21.5 kilos de leche Pediassure y una amplia lista de útiles de aseo fue el resultado de la campaña convocada por las secretarias de la UCSC a favor de María Ignacia Fernández Cáceres, quien con dos años de edad sufre el extraño síndrome de Pfeiffer, que afecta a un infante cada 100 mil nacimientos e implica la deformación del cráneo, manos y pies, con posibilidades de corrección sólo hasta los cinco años.
Conmovidas por la historia de la familia de Hualpén, que no posee recursos para costear las necesidades de la niña, las integrantes de la Agrupación de Secretarias organizaron esta campaña solidaria, contando para ello con el apoyo de todas sus colegas y la Comunidad Universitaria en general. Lucía Rojo, presidenta de la agrupación, relata que los padres de la menor agradecieron profundamente la ayuda recibida, que les permitió abastecerse para alrededor de dos meses.
“La señora Doris nos demostró que es una mujer de mucha fe y entereza, con su actitud dinámica y agradecida de Dios. Ella realiza todo el manejo paramédico de su hija: cambio de sonda, filtro e instalación de oxígeno, además de todas las tareas de su casa, la que mantiene impecable”, comentó Lucía Rojo respecto a la visita grupal realizada al hogar de los Fernández Cáceres para hacer entrega de lo recolectado. En cuanto a los aportes en dinero, el detalle de gastos está a disposición de la Comunidad Universitaria a través de Evelyn Salinas, secretaria del CIDD y tesorera de la agrupación.
La presidenta de la Agrupación de Secretarias también fue enfática a la hora de agradecer en nombre de todas sus compañeras a quienes participaron de la cruzada solidaria que se prolongó por casi dos meses. “Damos las gracias a todas las personas que creyeron en nosotras y colaboraron; a la DGE y Secretaría General, por su aporte con la movilización; a Luis Aguilera que nos acompañó; a Luis Carrasco que fue a comprar la leche a la Corporación; a Carmen Fernández por presentarnos el caso; a quienes nos ayudaron a cargar el vehículo; a los que sacrificaron su horario de colación para hacer efectiva la entrega y sobre todo a Dios por habernos dado un corazón generoso, que nos permite sentir que hay familias que sufren y necesitan ayuda”, precisó la dirigenta.