La agrupación de canto y danzas tradicionales, que hizo un recorrido por los bailes típicos de cada zona, debió subir al escenario nuevamente para interpretar otra patita de cueca.
El Bicentenario ya está cerca, y las celebraciones continúan sin parar. Este martes fue el turno de la música chilena, que se tomó el Aula Magna de la UCSC, con los ritmos y melodías típicas de nuestra larga y angosta faja tierra.
Ante una sala llena, con un entusiasta público que acompañó con las palmas cada tema, el grupo folclórico de nuestra Universidad “Peyahuén” hizo un recorrido por todas las zonas y épocas del país. Es así como presentaron desde danzas tan antiguas como la mazorca, pasando por la sureña pericona, e incluso rescatando el charleston de los años XX.
Cada baile estuvo acompañado por los músicos de la agrupación, quien en vivo interpretaron cada uno de los temas, y hasta se dieron el tiempo de homenajear a dos de los grandes, como el inolvidable Tío Lalo Parra y a la mítica Violeta, de quien interpretaron “La Pincoya” y “El ring del Angelito”.
Pero la chispa que más prendió al público fue nuestro danza nacional, donde los bailarines mostraron todas las versiones de la cueca presentes en el país. Es así como se presentaron sobre el escenario la cueca chora, la chilota y la nortina.
Y como no hay primera sin segunda, el tiquitiquití volvió a sonar y los pañuelos se alzaron una vez para la última patita de la noche.
“Queremos agradecer a la Universidad por todo el apoyo que ha brindado a esta iniciativa, que dedica su tiempo libre a la música chilena”, dijo el profesor José Antonio Rivas, director de este grupo que lleva casi 14 años al servicio de la música chilena y que está compuesto por estudiantes de diferentes carreras de nuestra Universidad.