
En su homilía el Vice Gran Canciller destacó el “reflejo” del Niño de Belén que existe en cada uno de nuestros niños, más aún en aquellos que sufren, y pidió por la Paz en las tierras de Jesús.
Más de 150 personas llegaron durante la noche del 24 de diciembre hasta el Campus San Andrés de nuestra Universidad para celebrar la Misa de Navidad de Jesús. La eucaristía, que se realizó a las 22.30 horas, fue celebrada por el Vice Gran Canciller de la UCSC, Padre Luis Rifo, en la Capilla Santa María Reina.
En un ambiente de gran alegría, recogimiento y oración, casi la totalidad de los feligreses recibieron la comunión, dando prueba de una participación madura en la fe, según manifestó el Padre Rifo.
En su homilía destacó el “reflejo” del Niño de Belén que existe en cada uno de nuestros niños y pidió por la Paz en las tierras de Jesús.
“Cada niño reclama nuestro amor. Pensemos de modo particular en aquellos niños a los que se les niega el amor de los padres. A los niños de la calle que no tienen el don de un hogar doméstico. A los niños que son utilizados brutalmente como soldados y convertidos en instrumentos de violencia (…) A los niños heridos en lo más profundo del alma por medio de la industria de la pornografía y todas las formas abominables de abuso”, subrayó.
Además, el Vice Gran Canciller destacó que “solamente a través de la conversión de los corazones, solamente por un cambio en lo íntimo del hombre se puede superar la causa de todo este mal, se puede vencer el poder del maligno. Sólo si los hombres cambian, cambia el mundo y, para cambiar, los hombres necesitan la luz que viene de Dios, de esa luz que de modo tan inesperado ha entrado en nuestra noche”.