El inicio de un nuevo período, formas adecuadas de desarrollar el estudio, vocación y esparcimiento.
El inicio de un nuevo período, formas adecuadas de desarrollar el estudio, vocación y esparcimiento.
El año académico 2013 ofrece nuevas responsabilidades, pero también desafíos y gratificaciones. Sin embargo, obtener los resultados esperados dependerá de cómo cada estudiante enfrente y realice este proceso, tanto en su disposición y desarrollo personal como en lo académico propiamente tal.
Al iniciar este período, todo alumno debiera preocuparse de “establecer como prioridad la labor de estudiante. El hecho de tener el estudio como un foco definido hará que se tenga una actitud proactiva frente a él, empoderándose de ese rol con todo lo que implica: seriedad, rigurosidad y sistematicidad”, plantea el profesor de educación media en Lenguaje y Comunicación y académico Ucsc Marco Contreras.
En cuanto a la forma de enfrentar el estudio, el docente recomienda “organizar los espacios para crear un ambiente confortable de trabajo, establecer horarios según las prioridades; controlar el tiempo dedicado a redes sociales, internet y televisión; comunicarse con quienes interactúan en la labor de aprendizaje, profesores, compañeros, estudiantes de cursos superiores, tutores; y utilizar la escritura como método que permite organizar las ideas en la mente, dejándolas plasmadas para volver a ser leídas”.
Asimismo, señala que los resultados favorables van de la mano con “tomarse en serio la labor de estudiante; ser consciente de la forma en que se aprende, ya que conocer las estrategias que generan mejores resultados en la propia persona garantizará éxitos en la vida académica; pedir ayuda cuando sea necesario; y ser solidario con el conocimiento. Ayudar y ser ayudado contribuye a formar personas conscientes de su rol social”.
Para Beatriz Yepes, sicóloga de la misma casa de estudios, el comienzo del año académico es “un momento especial que se ha de vivir con ilusión y entusiasmo por el sinnúmero de cosas que vendrán: encontrar a antiguos o nuevos compañeros y profesores, otras propuestas metodológicas, aprendizajes y hábitos que ayudarán a ir obteniendo más autonomía y oportunidades de convivencia”.
En el caso de los jóvenes de enseñanza media, la profesional indica que desde el primer año “deben ir estableciendo en qué les va mejor en cuanto a sus áreas de preferencia, de modo que vayan conociendo talentos, capacidades, fortalezas y debilidades que les permitan ir haciendo una ‘radiografía’ de sí mismos, oportunidad para conocerse más y encaminarse a la decisión definitiva”.
Junto a los deberes estudiantiles, Yepes resalta la importancia del esparcimiento. “Las actividades recreativas, artísticas, deportivas, culturales, contribuirán al descanso físico y mental, incluso podrán desarrollar habilidades y destrezas que favorecerán el trabajo académico”, explica.