El equipo del colegio Andrés Alcázar de Laja, entrenado por la Facultad de Ingeniería, prepara sus maletas para viajar a EE.UU.

El equipo del colegio Andrés Alcázar de Laja, entrenado por la Facultad de Ingeniería, prepara sus maletas para viajar a EE.UU.
Pequeñas piezas que se acoplan y funcionan a la perfección se han convertido en la especialidad de los escolares que participan en los talleres de robótica realizados por la Facultad de Ingeniería durante todo el año. Ese es el caso del Colegio Santa Luisa, de Lorenzo Arenas, cuyo equipo de Lego entregó lo mejor de sí en el hall de la Facultad, en el marco de las muestras preparadas para despedir a los escolares del Colegio Andrés Alcázar, de Laja, que a fines de abril se trasladará a St. Louis, Missouri.
Ya son cinco años preparando a jóvenes que han disputado las finales nacionales de la First Lego League, torneo de robótica famoso en todo el mundo y que el año pasado también contó con un representante local entrenado en la UCSC: el Colegio Creación. La iniciativa fue del Departamento de Ingeniería Informática de la Facultad y a la fecha ya se cosechan resultados inesperados.
“La verdad es que es primera vez que disputa la final internacional, por parte de Chile, un equipo como éste. Se trata de un colegio municipal de una comuna pequeña. Nunca había triunfado un grupo de Enseñanza Básica”, detalla Jaime Abrigo, uno de los responsables de la actividad. Abrigo agrega que, a su juicio, el trabajo regional ha ofrecido una “lección de humildad, pues establecimientos inmensos han querido llegar a la final mundial, pero los ganadores fueron los pequeños de Laja”.
Y como los méritos sobran, antes de que los seleccionados nacionales se trasladen hasta EE.UU, donde disputarán la final mundial de robótica, nuestra Universidad ha querido despedirlos ofreciendo muestras de Lego en el hall de la Facultad de Ingeniería, que esta vez tuvo como protagonista a los jóvenes de Lorenzo Arenas.
“Hay que estar en la competencia para entender lo que significa: trabajo en equipo, creatividad, lógica. De verdad es fascinante”, cuenta Cristian Baeza, quien a sus 14 años forma parte de los seleccionados por Santa Luisa y se confiesa un “futuro ingeniero”.