Académicos de la UCSC aconsejan mejorar las políticas públicas en la materia y llaman a los profesionales de la salud a valorar la vida de la persona que sufre.
La discusión en el Congreso del proyecto de ley que regula y establece el derecho a la eutanasia ha generado debate social y político, por lo que académicos de la UCSC se refieren a esta realidad, explicando la necesidad de mejorar las políticas públicas y de seguir por el camino de la asistencia y el acompañamiento del paciente.
Carmen Gloria Fraile, académica de Bioética del Instituto de Teología de la Casa de Estudios, explicó que eutanasia “es una acción y omisión que por su naturaleza o intención causa la muerte con el fin de eliminar cualquier dolor”, definición propuesta por la Congregación para la Doctrina de la Fe. En este sentido, la docente recalcó que “lo que se hace es apartar el dolor eliminando personas. Sin embargo, debemos buscar alternativas que permitan preservar la vida de ese individuo, pero que no sea expensas de la propia vida”.
Asimismo, la profesional magíster en Bioética, indicó que el desarrollo de cuidados paliativos de manera previa es clave en este caso. “Uno esperaría que nuestros parlamentarios plantearan proyectos de ley de mejora de cuidados paliativos de calidad y bien desarrollados, no sólo en la población con cáncer sino que puedan ser aplicados a otras patologías como neurodegenerativas o renales”.
Cuidados paliativos
Hoy el sistema de salud público ofrece un tratamiento progresivo y coherente con el dolor que manifieste la persona. La dolencia es calificada entre los parámetros “menor, mediano e intenso” y, de acuerdo a esto, se brindan procedimientos que van desde la administración de medicación oral hasta subcutánea.
“Podemos pasar desde el paracetamol y el parche hasta la aplicación de morfina, que afortunadamente en Chile es un fármaco que está a disposición de todos los chilenos que lo requieren. En todo estos casos estamos hablando de tratamientos de absoluta accesibilidad y disponibles para toda la gente. Junto con ello, existen equipos interdisciplinarios que asisten al paciente y apoyan a la familia”, manifestó Fraile.
En tanto, Nicolás Saa, médico cirujano y académico de la Facultad de Medicina, agregó que la vida es un bien incondicional e inviolable que necesita el respeto, tanto de la sociedad civil como de las instituciones del Estado. “Ante la posibilidad de no poder curar, de no dar solución terapéutica a la enfermedad, debemos acompañar al que padece y ayudar a cargar la cruz de aquel que sufre”.
Desde la escuela
Saa expuso que cada profesión tiene un sello que la distingue de otras y que la hace particular tanto en su práctica como en su contexto. “Para la medicina es todavía más peculiar, ya que en su quehacer también radica un ser, dado que en la práctica médica hay una actitud ética amalgamada que determina y califica la calidad, vigencia y proyección del carácter o la identidad de una persona”.
Finalmente, el Director del Centro de Simulación UCSC, concluyó que en las escuelas de Medicina de Chile y el mundo “se nos enseña que este “arte y ciencia” es dado a la vida, al cuidado diligente de nuestros pacientes y ante la posibilidad de no poder curar, de no dar solución terapeútica ante la enfermedad, debemos acompañar al que padece”.