Último informe de Unesco asegura que Chile duplicó la tasa de estudiantes que repiten cursos en enseñanza básica, por lo que saber cómo enfrentar dicha situación es clave para las familias.
Con el fin de año, llega la hora de los balances y en el ámbito académico no es la excepción. Y, lamentablemente, hay algunos niños que no sacan cuentas alegres, ya que han repetido de curso, una situación cada vez más común entre estudiantes de enseñanza básica en el país.
Y es que según el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (Terce) realizado por la Unesco en 15 países latinoamericanos, la repitencia en Chile se duplicó en los últimos seis años, pasando de 2,4% a 4,6%. Informe que da cuenta de una realidad que es difícil de enfrentar, pero que tiene salida.
Así al menos lo estima Manuel Fernando García, académico de la Facultad de Educación de la UCSC, quien entrega algunas claves para que los padres aborden la repitencia de sus hijos, sobre todo cuando aún son niños. “Lo primero es empatizar con el niño o niña que está viviendo esta situación y brindarle apoyo moral y afectivo”, dijo García, agregando que además “es necesario efectuar un análisis profundo, junto con él, indistintamente de su edad, a objeto de determinar las causas que originaron esta situación académica”
Respecto de si es recomendable sacar al niño que ha repetido del colegio, García reitera que hay que considerar la o las causas de la repitencia “y si en ella estuviese implicado problema atingentes a la modalidad del establecimiento educacional al cual está adscrito el niño o la niña, un cambio de colegio pudiera ser favorable ya que la situación que la originó, pudiera estar resuelto con ese solo hecho”.
Por último, Manuel Fernando García recomendó a padres y apoderados apoyar a sus hijos “manifestándose frente a ellos que también están triste como padres y que sufren por lo que le ha pasado, pero que se le brindará el acompañamiento requerido y entonces comenzar a revertir esta situación dolorosa y negativa hacia algo que le otorgará una experiencia futura en cuanto a superar el fracaso y entonces, llegar a asumir como una instancia de crecimiento más que de castigo o dolor”.