Expertos analizan la cultura preventiva, lecciones aprendidas y lo que falta por implementar.
Expertos analizan la cultura preventiva, lecciones aprendidas y lo que falta por implementar.
Las réplicas del terremoto de febrero de 2010 se dejan sentir de vez en cuando, cada vez con más distancia. Así también se debilita el estado de alerta inicial. A modo de sondeo rápido, consulte a sus vecinos cuántos tienen a mano el “kit de emergencia” que hace un par de años estaba quizás junto a la cama o a la puerta de las casas.
En el momento de la catástrofe, que remeció a la zona central del país con un 8.8, no sólo cada ciudadano, también los organismos públicos recibieron el aviso: a pesar de una historia llena de sismos, tsunamis y erupciones, el país tenía una débil infraestructura y cultura para monitorear y reaccionar ante las emergencias.
“La memoria sísmica de un país dura cerca de 2 años” cita el académico de la UCSC, Claudio Oyarzo, Doctor en Ingeniería Estructural y experto en evaluación de daños y análisis de vibraciones.
A juicio del profesor, a tres años del 27/F, sí hay nuevas políticas, que han considerado actualizar normas, mejorar el sistema de revisión estructural, pero a nivel social, detalla, “parece que el terremoto se está olvidando, y lo importante que es la prevención y estar preparados”, con elementos tan simples como tener linternas con pilas o agua guardada en todo momento.
Opinión similar entrega el experto en Prevención de Riesgos y académico del Instituto Tecnológico de la UCSC, Rex Leal. El profesional que ejerce en el rubro industrial, señala que la mayoría de las empresas de la zona se han preocupado de preparar a sus miembros, a través de simulacros, señalización de vías de evaluación, entrega de información y capacitación.
Culturas distintas para enfrentar un mismo fenómeno
El Dr. Oyarzo estaba en Nueva Zelanda para el terremoto en Chile, y en ese país vivió el que vendría en febrero de 2011 en la localidad de Christchurch. El académico grafica la diferencia de culturas entre estos dos países de realidad sísmica.
El organismo que equivale a la Onemi en ese país, no sólo cumple un papel importante en la emergencia, también realiza una fuerte difusión de campaña preventiva. “Está permanentemente en los medios, recordándole a la gente que se vive en un peligro constante: que hay volcanes, terremotos, tsunamis e inundaciones, y que eso ocurre siempre y le puede ocurrir a cualquiera, por lo tanto hay que estar preparados”.
Si ocurre un desastre, dice el académico, durante los primeros dos o tres días la única ayuda que puede recibir un individuo es la de sus vecinos, antes de que llegue la ayuda a todos los lugares y eso está claro en cualquier manual de procedimientos ante emergencias. Asimismo, producen videos con actores conocidos para ese país donde simulan catástrofes naturales y enseñan cómo sobrevivir en emergencias.
“La responsabilidad es siempre de una sociedad organizada, y para ello siempre tienen que existir un organismo que oriente esa organización” agrega el profesor, quien sugiere considerar distintas materias en la formación profesional como evaluar y rehabilitar un edificio dañado, o cómo responder a las emergencias.
Lo que queda por mejorar
Rex Leal, quien tiene una visión positiva de la preparación en prevención de riesgos a nivel de las empresas, si es crítico sobre lo que suceden con la comunidad. A su juicio, debe efectuarse una mejor coordinación entre empresas y comunidad. “Estamos en una zona con una alta cantidad de industrias, que pueden presentar una emergencia, y con la comunidad falta coordinar actividades” explica.
Leal destaca lo que sucede en los países orientales, donde cuentan con un alto nivel de organización. “El orden con que evacúan las áreas escolares, comerciales y públicas, es digno de ser imitado”, agregando que aquí falta realizar simulacros de evacuación en edificios, barrio o edificios públicos.
Claudio Oyarzo en tanto, detalla que en NZ, profesionales de la empresa privada se forman como brigada especial y voluntaria para trabajar en terreno en episodios de emergencia para acciones más especializadas. “Es súper importante generar fuerzas de tarea para responder en esas situaciones” recalca.
Las construcciones
El Dr. Oyarzo es de la opinión de que la construcción y la ingeniería en Chile son muy buenas. “Haciendo un catastro de las víctimas, asociadas al terremoto, una gran parte, cerca del 90%, se debió al colapso de edificios que no tenían ingeniería, como edificios antiguos”.
Para la magnitud de terremoto, era esperable, agrega, que se produjeran daños severos en muchos edificios, “porque si diseñamos edificios a prueba de todo, eso tendría costos bastante distintos” explica el experto, enfatizando que debe existir un equilibrio entre el desarrollo y la seguridad. El peligro está, señala Oyarzo, en la arrogancia y el riesgo de probar en el límite de lo posible.
“Confiamos mucho en los modelos computacionales, y las estructuras no entienden de esto. Que el modelo computacional diga que el edificio resiste una demanda sísmica, no es suficiente. Hay que creer también en el instinto y en los criterios que da la experiencia” destaca Oyarzo.
Recomendaciones básicas
El experto en Prevención de Riesgos, Rex Leal, detalla a modo de recomendación, siempre mantener la calma en una situación de emergencia, y ayudar a niños, ancianos y personas con problemas físicos. Asimismo, recalca la importancia de tener información y preparación previa, junto con respetar las vías de evacuación.
Entre las herramientas básicas, Leal sugiere mantener siempre a mano un sistema de iluminación como linternas y bidones de agua que se deben ir renovando cada cierto tiempo.