Virus Zika y Aborto: una tormenta perfecta.


Una reciente columna de opinión publicada en el New York Times escrita por Debora Diniz del Instituto de Bioética y Derecho de la Universidad de Brasilia constata una nueva estrategia mediática e ideológica en Latinoamérica – propiciada desde Organismos Internacionales – de como el uso de las desigualdades en salud materna buscan justificar una “nueva forma de trato hacia las mujeres” basado en el acceso al aborto por riesgo de enfermedad en los niños no nacidos.

La argumentación se basa en la dispar distribución en la estructura social de la epidemia del Virus Zika en Brasil, su supuesta relación causal con casos de niños con microcefalia y el acceso restringido al aborto en causales “específicas”, lo cual sería una “oportunidad” para ampliar la implementación de políticas basadas una concepción amplia de los llamados derechos sexuales y reproductivos, en el contexto de una “tormenta perfecta”. Si bien podemos reconocer que existen estas disparidades circunstanciales o estructurales, tanto dentro de un país o en un continente, debido a los distintos estándares de atención y cobertura en salud, las desigualdades socioeconómicas o las conductas poco saludables transformadas en estilo de vida, estas condicionantes no sustituyen el fundamento ético para discernir el enfrentamiento de estas brechas – injustas por lo demás si no reconocen la igualdad de oportunidad de atención en salud fundada en la común dignidad de todo ser humano – sino sólo son una nueva faceta del pragmatismo utilitarista que ve una oportunidad en las circunstancias actuales para sensibilizar, facilitar y ampliar el acceso al aborto, en este caso, por riesgo de salud del feto, al considerar que las causales actualmente vigentes en Brasil son restrictivas, tensionando el marco teórico ideológico de género, las leyes vigentes a través de las conmoción pública originada por la epidemia.

En Chile es poco plausible que esta epidemia provoque los estragos que ocasiona en otros países latinoamericanos, sin embargo, debemos estar atentos a los contextos enrarecidos en que se desenvuelven los actores políticos en la actualidad, con falta de transparencia en las finalidades y alcances de los cambios legislativos que se impulsan en el parlamento para enfrentar los embarazos de mujeres vulnerables, donde el hijo pasa a ser descartable (medio para) y las circunstancias el pretexto que justifica el asesinato de los inocentes.