“Un hombre por catálogo”, una oportunidad de reflexionar


Un hombre a la carta, a pedido de la pareja matrimonial consumidora, ideal en todo sentido, sin enfermedades, taras, defectos, deformaciones, neuronas en hibernación, síndromes de esto o aquello, etc., tal como lo habrán sido los ciudadanos de Esparta; perfectos, y, al parecer, debido a la arrogancia del hombre, a la decodificación del ADN; todo esto y mucho más puede ser posible a futuro.

Hace ya más de 20 años que esta idea rondó alrededor de las mentes superdotadas de algunos pensantes poderosos y hoy es una realidad a la cual puede acceder el ciudadano con un poder adquisitivo mediano. El hombre que quiere emular a un Dios Creador, sin medir las consecuencias de sus creaciones, aisladas del contexto milenario de evolución; el pequeño dios creando, además, lo que sea para la prolongación de la vida, puesto que la muerte no se puede aceptar con humildad, sino alterando y retrasando en lo posible ese proceso natural -y nuestra única certeza- con trasplantes, donaciones de órganos, creaciones de  prótesis .Todo para no morir, no desaparecer del mundanal comidillo, estar en todas, con omnipotencia, omnipresencia y omnipoder; ese miserable pequeño dios que va dejando el planeta devastado, depredado al máximo en aras del “progreso”, el mismo que, bajo numerosas justificaciones antiéticas, aboga  por la clonación, los transgénicos, los robot ,androides mezcla de humanos con primates, para su servicio, ése es el que aspira a la paternidad de un hijo ”intarado”, a su gusto y medida ,y ahí está el mercado presto, preparadísimo con sus  bancos de semen en oferta para “escoger“ el adecuado y colocarlo en un nuestro futuro planeta árido, para que, de paso, admire la incalculable herencia de sus creadores.

Eso es algo de lo que nos sugiere esta obra de Monseñor Fernando Chomali, donde al final de la reflexión indagadora, además, se rescata el concepto de familia, siempre y cuando esa familia mantenga firmes lazos de amor con cada uno de sus hijos, ya sea encargados  por catálogo, o través de las retrógradas cigüeñas venidas de París, ésas que hace rato pasaron a la historia o, mejor dicho, son una especie extinta definitivamente de la magia del humano actual ; tampoco habría esa magia para esperar a un hijo o hija. Se  conoce  de antemano todo su genotipo, su mapa ADN, no hay sorpresas, el pequeño dios sabe lo que quiere, lo exige y lo logra.

“Un hombre por catálogo”, obra presentada por el Grupo de Teatro Ucsc, con dramaturgia de Sandra Arriagada y dirección de Jorge Briano, nos regala la oportunidad de reflexionar acerca de éste y otros temas, en órbita al gran tema, tal como el narcisismo, individualismo, la decadencia, el hombre fragmentado, la trascendencia, la verdad, el sentido de la vida, la Máscara, el lamento ancestral por la identidad, el referente de pertenencia a alguna tribu: el atávico ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?

Violeta-CaceresVioleta Cáceres Cáceres
Escritora
Encargada Sala de Conferencias y Exposiciones
Universidad Católica de la Santísima Concepción