La terapia kinésica es fundamental para la recuperación del control motor afectado posterior a un Ataque Cerebro Vascular (ACV), las principales intervenciones de la terapia física se enfocan en la rehabilitación del hemicuerpo afectado y la autonomía en todas las actividades de la vida diaria del usuario.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el Ataque Cerebrovascular (ACV) como “un síndrome clínico que consiste en signos de rápido desarrollo de trastornos neurológicos focales (o globales en caso de coma) de la función cerebral, que duran más de 24 horas o conducen a la muerte, sin una causa aparente que no sea una enfermedad vascular”.
Entre los factores que influyen en el éxito o mejor pronóstico de la terapia kinésica y reducción de las secuelas motoras se consideran: edad, sexo, sitio de la lesión, deterioro motor inicial, potenciales evocados motores, potenciales evocados somatosensoriales, siendo de éstos el deterioro motor inicial el más influyente y que marca el pronóstico del usuario.
La recuperación sin secuelas en la funcionalidad de un usuario afectado de ACV es posible y depende de muchos factores como lo mencionados anteriormente, además del tratamiento temprano, oportuno y multidisciplinar que se reciba.
Sobre esto último, el tiempo para las intervenciones postevento vascular ha sido un determinante importante en su estudio, la mayor evidencia con resultados positivos se enfoca en periodos agudos idealmente dentro de los primeros 90 días. Sin embargo, no se descarta que posterior a este periodo también se puedan identificar progresos motores o somatosensoriales aunque no sean estadísticamente significativos en la literatura y se deba indagar más sobre el tema.
En este sentido, el tiempo de duración de terapia kinésica en estos pacientes debe ser muy seguido y exigentes, al principio, para abordar el periodo agudo posterior al evento vascular, para así obtener los mayores avances motores y somatosensoriales en el usuario afectado. Aunque el periodo de las terapias y sesiones dependerá de las características de cada caso, el cuál por medio de las evaluaciones clínicas determinará su pronóstico, avance y limitaciones.