San Juan Pablo II, legado y visita a Concepción


Así el clamor en Roma el año 2005: “Santo, ya”, “Santo pronto”. Hoy su canonización coincide con la fiesta de Devoción de la Divina Misericordia, que el Señor Jesús Misericordioso ha encomendado rezar y difundir a  Santa Faustina Kowalska, monja polaca (1905-1938) y canonizada por Juan Pablo II en el 2000.

Un 27 de abril la celebración de esta fiesta, un 27 de abril canonizado, y 27 años desde su visita a la ciudad de  Concepción. Ambos Papas canonizados en esta fecha: San Juan Pablo II (1978-2005) y San Juan XXIII (1958-1963), quienes junto a San Pío X (1903 -1914) configuran los tres santos pertenecientes a la Iglesia Católica en los últimos 100 años.

Influyentes, ellos, en las últimas Reformas de la Iglesia: San Juan XXIII modificó, desde el Concilio Vaticano II, entre otros aspectos, el modo de oficiar la Misa, ya no de espaldas, sino de cara a los feligreses, ya no en latín, sino en el idioma vernáculo de cada país; El Credo; cambiando la frase “perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores” por “perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

San Juan Pablo II potenció la familia, peregrinó por los cinco continentes, y además de la devoción a la Divina Misericordia, potenciando el rezo de la Coronilla de la Divina Misericordia, nos ha legado  los Misterios Numinosos, agregados al Santo Rosario, y sobre todo, hacernos cargo del significado de la Misericordia, que tanto precisamos en todo tiempo.

De su visita a Concepción, atesoramos en el Museo de Arte Religioso de la UCSC, objetos de significación como la Estola y Capa Pluvial, usada por él en esa oportunidad; objetos litúrgicos: Cálices y corporales, antigua Sede (Sitial) de la Catedral de Concepción, de 1867, usada en el Altar, emplazado en el Club Hípico de Concepción. Otros, como la matriz del juego de loza utilizado durante su estadía, Cruz Pectoral obsequiada, Piocha del Sargento Segundo de Carabineros, José Figueroa Soto, quien ofició como Seguridad Papal, medallas conmemorativas y fotos inéditas donadas por el Arzobispo de Concepción y Gran Canciller UCSC, Mons. Fernando Chomali.

En nuestro planeta no existen los hombres perfectos, somos perfectibles por medio de un intenso trabajo espiritual e interior, a lo más, podemos aspirar a que la Iglesia destaque como santos a aquellos seres que han tratado de ser mejores y coherentes espiritualmente, y proponerlos como modelos a la humanidad actual, tan carente de líderes.

Violeta-CaceresVioleta Cáceres Cáceres
Encargada Museo de Arte Religioso
Universidad Católica de la Santísima Concepción