El cáncer de próstata es una enfermedad que afecta a miles de hombres en todo el mundo, y Chile no escapa a esta realidad. En el año 2020, más de ocho mil hombres fueron diagnosticados con cáncer de próstata en el país, y aproximadamente 2300 perdieron la vida debido a esta enfermedad, según cifras de GLOBOCAN. Estas estadísticas evidencian la magnitud del problema y lo convierten en un importante desafío de Salud Pública.
En este Día Mundial del Cáncer de Próstata, que se celebra cada 11 de junio, es crucial crear conciencia sobre la importancia de la concientización, la detección temprana y la prevención de esta enfermedad. Esta afección es un el tumor maligno más frecuente en hombres en países desarrollados, y en Chile, su incidencia es la más alta. Su desarrollo tiene una clara relación con los andrógenos masculinos, ya que no se presenta en hipogonádicos prepuberales, y la deprivación androgénica es un tratamiento con alta respuesta; sin embargo, aún no existe claridad de los mecanismos que explican esta relación.
Aunque la etiología exacta del cáncer de próstata aún no se comprende completamente, existen factores de riesgo que debemos tener en cuenta. La edad es el principal factor, con una edad media de diagnóstico a los 72 años, presentándose de forma excepcional bajo los 40 años. Además, se ha observado una mayor incidencia en hombres afroamericanos en comparación con hombres de raza caucásica y asiática. Asimismo, ciertas mutaciones genéticas hereditarias, como mutaciones germinales en genes asociados al Síndrome de cáncer de Mama-Ovario hereditarios tales como BCRA2 y BCRA1, genes asociados al Síndrome de Lynch, también pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Otros factores, como una dieta rica en grasas saturadas y la falta de actividad física, también pueden influir en su desarrollo.
Aunque no se puede prevenir de forma segura, existen medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de padecer cáncer de próstata. Mantener un peso saludable dentro de un rango adecuado, realizar actividad física de forma regular, seguir una dieta equilibrada y recibir orientación de profesionales del área de la salud, son consejos importantes relacionados con la alimentación y el estilo de vida.
La prevención y la promoción de hábitos saludables juegan un papel fundamental. La actividad física regular, como caminar, correr, nadar o practicar deportes, contribuye a mantener un peso saludable, mejorar la circulación sanguínea y reducir las posibilidades de desarrollar esta enfermedad. Además, la actividad física fortalece el sistema inmunológico y ayuda a reducir el estrés, lo cual también puede ser beneficioso para prevenir el cáncer de próstata.
Es crucial comprender la importancia de someterse a chequeos regulares y pruebas de detección, como el examen de antígeno prostático específico (PSA) y el examen digital rectal (EDR). Estas pruebas pueden ayudar a detectar anomalías y lesiones en etapas tempranas, cuando el tratamiento es más efectivo y menos invasivo.
En conclusión, como profesional de la salud, hago un llamado a tomar medidas preventivas y a promover un estilo de vida saludable. La actividad física regular, una dieta equilibrada y los exámenes médicos periódicos son herramientas vitales para reducir el riesgo de esta enfermedad.
No podemos permitir que el cáncer de próstata siga cobrando vidas y afectando a nuestras familias.
¡Juntos, podemos marcar la diferencia!