En agosto 2011, con motivo del Primer Congreso Mundial de Universidades Católicas, realizado en la ciudad natal de Santa Teresa, tuve la alegría de reencontrarme con rectores y profesores de universidades hermanas, de distintos lugares del mundo. Pero ningún reencuentro fue tan significativo como éste con la Virgen Peregrina “Sedes Sapientae”, que visitó nuestra Universidad en 2001, momento en que, como todo lo que se refiere al futuro, era imposible prever que este reencuentro acontecería algún día.
Este icono salió de Roma el año 2000, luego del encuentro Jubilar del Papa Juan Pablo II con el mundo universitario. Viajó por casas de estudios católicas de Asia y África, entrando a Sudamérica por Perú, desde donde ingresó a Chile. Una delegación de la Pastoral UCSC, encabezada por el Padre Cecilio de Miguel Medina, viajó a Talca para recibirlo de manos de la Universidad Católica del Maule. Se le veneró en el Campus San Andrés, y en las Sedes del Instituto en Talcahuano, Chillán y Los Ángeles, para posteriormente ser entregado a la Universidad Católica de Temuco. Desde allí pasó a Argentina, en su peregrinar con destino a Toronto, Canadá, a tiempo para el encuentro del Papa con los jóvenes en la Jornada Mundial de la Juventud de 2002.
Encontrar el icono en un sitio de privilegio, junto a la testera del Salón de Conferencias de este congreso mundial, fue un gozo para mi espíritu.
En palabras de Juan Pablo II, a la tierra de Ávila se sube para escuchar la sabiduría de Dios, que desde antiguo nos habló, y nos seguirá hablando en las voces preclaras de Santa Teresa y San Juan de la Cruz. Aquí se produce mi reencuentro con este bello icono, en el que con la mirada atenta, María Sede de la Sabiduría, nos ofrece a Jesús Niño, mirada al frente y con su mano derecha alzada, como invitándonos a mirarla a ella.
El adhesivo, con el escudo de nuestra Universidad, que fuese colocado por miembros de nuestra Pastoral, al reverso del icono, sigue ahí en la parte alta, en sitio privilegiado. En 2001, fecha del primer encuentro, la Universidad cumplía 10 años de vida, el reencuentro se produce cuando cumplimos 20 años de existencia, y si hacemos memoria, constatamos con alegría el significativo desarrollo que la Institución ha tenido, lo cual me hace pensar, que durante la década transcurrida, la UCSC ha permanecido indeleble en el corazón de María. Oremos para que así siga siendo en las décadas por venir.
Me pregunto si en Brasil, en 2013; cuando en los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud, se realice un nuevo encuentro; ocupará también este icono un sitio de privilegio. Mientras tanto, invoco a la Virgen, Sede de Sabiduría, para que mantenga en nosotros un corazón atento a la voz de aquel que es fuente de la Sabiduría.
Dr. Juan Miguel Cancino
Rector
Universidad Católica de la Santísima Concepción
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