Qué hermoso,! todos los niños chilenos tendrán la posibilidad de acercarse, de disfrutar de la actividad teatral, a través de su didáctica basada en el juego dramático, que les permitirá desarrollarse y explorar en sus diferentes ámbitos, experimentando el arte, descubriendo nuevos intereses y habilidades, las que le servirán como verdaderas herramientas para desempeñarse y vivir en sociedad.
La Educación Artística Teatral ofrece una estrategia pedagógica para la formación en valores, el desarrollo de la autoestima y la estimulación de la creatividad, fortaleciendo las relaciones de la educación y la cultura, y creando una ciudadanía responsable y solidaria, compartiendo y reconociendo tradiciones, sensibilidades y conocimientos, que forman la identidad cultural de cada ser humano. El aprendizaje en el área teatral, que implica un proceso de creación y descubrimiento, resulta fascinante, tanto para jóvenes como para adultos, y así, de esta forma, la cultura, la ciencia y la educación se convierten en una aventura apasionante, en un descubrimiento, en un alimento para el alma.
Según algunos, las materias artísticas son accesorias o de carácter recreativo; sin embargo, los estudios señalan que las artes desarrollan habilidades cognitivas, que permiten la exploración de una amplitud de respuestas posibles frente a un problema, integrando el error y el riesgo, dentro de la necesaria inteligencia de la innovación; además de generar otros efectos deseables para la Sala de Clases, como la disciplina, el trabajo en equipo, el desarrollo de la imaginación creadora, la sensibilidad para percibir y expresar emociones, la comunicación hablada y gestual, la capacidad de reflexión y juicio crítico, y, finalmente, ayuda a percibir mejor la realidad que nos rodea.
Para ser creativos, para innovar, se necesita ser valiente, puesto que el riesgo y el fracaso son una posibilidad permanente. La creatividad es inherente al ser humano, la necesitamos para adaptarnos a los cambios y para ello es urgente potenciar herramientas creativas, permitiendo que niños de hoy, adultos del mañana, sepan navegar ante el cambio de circunstancias, permanente y progresivo. La creatividad, además, nos permite empatizar con el otro, irradiando, colaborando y alimentando, directa e indirectamente los distintos espacios de la sociedad y así contribuir a su desarrollo.