Primavera política


No sólo las edulcoradas campañas del retail pregonan sus nuevas imposiciones de moda.  Hay un nuevo integrante a tan florido ambiente: la gráfica propaganda política, poco innovadora en contenido y más aún recargada.

Pero ¿de qué manera un candidato elige cómo será publicitado? Generalmente esta propaganda carece de recursos propios de la retórica publicitaria. El asesoramiento de diseñadores y publicistas no siempre es considerado necesario por los políticos, los que en detrimento de esta necesaria ayuda, muchas veces invierten los precarios recursos económicos en viralizar o tapizar el paisaje urbano. Metros y metros de tela impresa, con la mera idea de hacerse conocido, de entregar un slogan o frase que edulcore lo mejor posible todos los trucos de la comunicación visual  que soportan los aproximados 3 metros cuadrados de tela. Por este motivo vemos siempre lo mismo: no hay novedad en la propuesta gráfica ni en el discurso. Bien lo explica Yuri Lotman en su libro Cultura y Explosión: “toda explosión genuina genera imitaciones”, por lo que cualquier innovación genera una inmediata “inspiración” por parte del resto de los participantes.

A pocas horas en que las urnas hablen, aún muchos candidatos están claramente en una total agonía respecto al éxito o fracaso de su campaña. Las acciones pretéritas son sin lugar a duda el principal leitmotiv del electorado. ¿Pero qué estrategias publicitarias han utilizado los candidatos? A falta de recursos, abundancia de creatividad. Pero todos, sin lugar a dudas, recurren a la fotografía. Generalmente, la estrategia es la prosopografía (descripción viva de las características físicas o externas de un personaje humano), para connotar confianza, vitalidad, honestidad; endulzados de una frase que relacione el contexto global.

Un candidato ha pasado a ser prácticamente un modelo publicitario, olvidando la gran frase que acuñara Mies Van de Rhoe, “menos es más”, recargando innecesariamente la ciudad, contribuyendo malamente a esta explosión que satura el ambiente. La primavera no es como otrora, de ropa ligera y de helados, de atardeceres más largos y de colores saturados. Un nuevo integrante ha llegado.

Alejandro Arros Aravena
Diseñador Gráfico
Universidad Católica de la Santísima Concepción