Presupuesto 2015 y universidades


La discusión del presupuesto 2015 para educación ha desatado fuertes pasiones que se revelan como síntomas de lo que hemos desarrollado como modelo educativo, y que sin duda expone el lado más tormentoso del entramando de la educación superior en Chile.

El principal cambio de paradigma que se pregona este último tiempo es una “educación gratuita y de calidad para todos”. No discutiré qué entendemos por calidad, pero supongamos que en última instancia esto se traduce en cuerpos académicos de alto nivel y mayor financiamiento para las universidades. Veamos qué revela el proyecto de presupuesto 2015.

Se reducen el Aporte Fiscal Directo y el financiamiento para procesos de nivelación y acompañamiento para el estudiante. Sumado a eso, se propone que las universidades reduzcan el costo de las carreras en relación a un arancel de referencia. El argumento es que solo se considere el costo horas/profesor e infraestructura utilizada por los estudiantes. Con esa lógica es más conveniente tener profesores part time, ojalá con un menor grado académico y especialización. En pregrado, abrir carreras “de moda” con cientos de vacantes. En educación continua, universidades llenas de MBA y diplomados (que llenan el chanchito), pero sin doctorados que son caros y a lo sumo entran 5 estudiantes por año. Sin investigación científica, sin laboratorios complejos y modernos.

En el supuesto que lo “extra” a la docencia de pregrado, como la investigación y postgrado, será financiado con fondos complementarios ¿Qué tendencia muestra el presupuesto de la nación? Una reducción progresiva del presupuesto de CONICYT, que es la principal entidad gestora en investigación y formación de postgrado en Chile.

La calidad debería llegar a todos los estudiantes del país. Esto se traduce en que tanto universidades capitalinas como regionales puedan tener similares posibilidades y oportunidades de desarrollo. Creo que nadie podría discutir que hacer patria es más complicado en regiones que en Santiago ¿Qué muestra el presupuesto 2015? Se reducen considerablemente los fondos concursables de Educación Superior Regional. Además, en vez de potenciar la red de universidades que tenemos actualmente a lo largo de Chile, y especialmente aquellas universidades que reciben menores aportes y que en su mayoría están en regiones, con capacidad humana e infraestructura instalada, calidad acreditada y de espíritu y actuar público demostrado, se opta por discriminar más bien solo por origen (estatales vs privadas) y sin ninguna estrategia de apoyo hacia aquellas universidades en desarrollo.

En realidad, no sé por qué nos sorprendemos de estas contradicciones, seguimos haciendo las cosas como siempre: a la chilean way.