Políticas de Ciencias en Chile


Hace unos días me invitaron a una reunión con científicos jóvenes de Universidades del sur organizado por CONICYT para discutir sobre el presente y futuro de las ciencias en Chile. Hubo varias cosas interesante, pero para resumir: estamos mejor que hace 20 años, pero también es evidente que hay muchos aspectos deficitarios. Nombro algunos puntos que para mí son relevantes notar.

1. Financiamiento de las Ciencias. En Chile se invierte el 0.5% del PIB en ciencia y tecnología. Estudios serios indican que podríamos llegar a un poco más del 1% (en países desarrollados es ≈2%), de modo que definir políticas claras y con continuidad es esencial.
Actualmente, es en las universidades donde se realiza ciencia ¿Cómo se financia esto? En la mayoría de los casos, los investigadores deben sacarse los ojos cada llamado a concurso para sustentar sus investigaciones. Las universidades manejan un presupuesto escuálido donde el principal aporte directo del Estado viene por matrículas de pregrado. En otras palabras: profesores, dedíquense a hacer clases en vez de jugar con sus tubos de ensayo… Además, algunas universidades no ven el círculo virtuoso entre investigación, calidad, prestigio y atracción de estudiantes. Debemos encontrar una fórmula para que Estado y las universidades puedan estimular y apoyar la investigación de buena forma.

2. Cómo se definen las políticas en Ciencias y Tecnología. Nos hemos dejado obnubilar por estudios y evaluaciones de entes externos como OECD, Banco Mundial, etc. que nos dicen dónde y cómo debemos llegar para ser un país desarrollado. Nos hemos convertido en los ases de los “indicadores”: nº de proyectos, publicaciones, doctores, etc. Se esta imponiendo peligrosamente la idea de que la investigación que no entrega retorno económico a corto plazo (patentes, inversión, etc.) es menos valiosa; la famosa I+D+i.  Sin embargo, no existen políticas a largo plazo ¿Nos hemos sentado a pensar primero que país queremos y de qué forma llegamos? ¿Cómo incluimos a la tan anhelada regionalización el desarrollo de las ciencias? Antes de comenzar a tirar líneas, tenemos que discutir qué país queremos y no solo dedicarnos a cumplir indicadores.

3. Formación de capital humano avanzado. Es evidente que ha habido un crecimiento explosivo en becas de postgrado. Todos los años se entregan aprox. 600 becas; sin embargo, ¿Necesitamos más de 350 doctorados por millón de habitantes por año como Finlandia? ¿Tenemos la capacidad de absorber todos esos profesionales? Actualmente, las universidades no son capaces de ofrecer buenos contratos a los investigadores jóvenes postdoctorantes y continuar sus líneas de investigación. No es suficiente generar miles de becas, sino discutir qué tipo de doctores y cuántos necesitamos.

4. Presidenciales. La creación de un Ministerio de Ciencias y Tecnología sería un primer paso, y que tiene un alto consenso en el mundo académico, pero poco a nivel político. Al menos en la página web de la candidata Bachelet no hay mención a este tema. Matthei definió una comisión de Ciencias, Innovación y Tecnología compuesto por un ingeniero comercial y un empresario en el área de biotecnología y TIC… veremos que sale de ahí.

El viejo adagio “guagua que no llora no mama” ha demostrado en la historia que es la única forma de producir cambios importantes. Quizás es hora de que los científicos nos pongamos las pilas y salgamos de los laboratorios. Ya se hizo unos años atrás y al menos, algo se logró.

abranteDr. Antonio Brante
Jefe Depto. Ecologia
Facultad de Ciencias
Universidad Catolica de la Santísima Concepción