Política reguladora para la ES


El anuncio Ministerial de la creación de una Superintendencia de Educación Superior, reabre nuevamente el debate sobre el lucro en educación y trae a la agenda pública el caso de la Universidad del Mar conocido durante las últimas semanas.  Aunque este caso constituye solo un síntoma del sistema de educación superior chileno, la Superintendencia asienta un paso importante para favorecer la legibilidad y trasparencia del sistema de educación superior de nuestro país.

Eso sí, es fundamental que esta institución ministerial posea las atribuciones necesarias y efectivas para operar como un organismo regulador de las instituciones de educación superior, por lo que uno de los pasos previos a la creación de este organismo, es indiscutiblemente el ajuste de la normativa que rige la educación superior en chile. Esta función reguladora que el Estado debe ejercer, requiere avanzar inexcusablemente hacia el aseguramiento de la calidad de la formación que ofrecen las instituciones de educación superior.

Lo anterior, exige una profunda intervención del Estado Chileno en la ordenación de la oferta de carreras de educación superior. Al respecto, un antecedente concreto que evidencia esta necesidad, son las dificultades de los egresados para encontrar trabajo, reflejadas en un 24% de desocupación entre los jóvenes con educación superior en Chile según cifras del año 2008. Esta nueva política necesita utilizar toda la información disponible para que las instituciones de educación superior oferten carreras en áreas prioritarias y necesarias para el desarrollo del país, que formule criterios claros para la apertura y cierre de carreras por parte de las instituciones de educación superior y que establezca incuestionablemente un control en los aranceles de las universidades, los que actualmente evidencian diferencias desmedidas de más de 400% para una misma carrera en diferentes instituciones de acuerdo a estadísticas del Consejo Nacional de Educación. En resumen, se requiere una política que se aleje de la actual regulación de mercado existente en esta materia, la que de persistir, continuará aumentando las brechas entre los grupos sociales.

Gonzalo Fonseca Grandón
Dirección de Docencia
Académico
Universidad Católica de la Santísima Concepción