Partieron… las municipales


A pesar de que la ley electoral en Chile es bastante clara y precisa en cuanto a las regulaciones, duración y finalización de la campaña electoral, algunos simplemente hacen vista gorda a esta legislación.

Una campaña electoral es lo que en ciencias políticas o al entender de cualquier ciudadano, es una actividad organizada, comunicada e informada por candidatos y partidos, que reciben un financiamiento estatal para reembolsar los gastos electorales, como una forma de recuperar en parte las onerosas inversiones que efectúan en cada contienda.

Aquí es donde se produce el conocido “fueron mis partidarios”, y como Pilatos, la responsabilidad es endosada a la fanaticada que con meses de antelación inicia los mentados rayados. Aun cuando los municipios proveen los espacios públicos necesarios para que los nombres y rostros de los candidatos sean conocidos por todos los ciudadanos, las blancas paredes terminan convirtiéndose en enormes pizarras, y cuanto lugar se cree apropiado es utilizado para afear la ciudad, la casa de todos.

Esta casa de todos ya está bastante mal con los daños del terremoto para que ahora nos bombardeen con rostros y eslóganes que solamente el tiempo borrará. Porque terminada la elección nadie se acuerda de limpiar ni muchos menos de hermosear al espacio público, ya que si cuidamos nuestros hogares con esmero lo mismo debemos hacer con nuestras ciudades, por lo que confiamos en que el dueño de casa, de el ejemplo, y recurra a los instrumentos que la Ley le otorga, aun cuando esto le signifique a los jueces de policía local una sobrecarga en sus ya pesados hombros.

Dr. Marcelo Jara Román
Jefe de Carrera Licenciatura en Historia
Universidad Católica de la Santísima Concepción

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