Mujer y empleo


La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado en un reciente informe que la crisis de empleo que sufre Europa no da señales de extinción.  Más aún, resalta las cifras de desempleo que ha alcanzado España el primer semestre, la que se eleva a un 24,6% (y que amenaza con aumentar), su mayor nivel en casi dos décadas.  Un escenario distinto plantea esta Institución para América Latina, señalando que el mercado laboral se encuentra más  saludable en esta parte del mundo. Sin duda que las cifras mundiales son alarmantes y que la situación, en cualquier país del planeta, preocupa de gran manera a las autoridades de Gobierno y a los protagonistas del mercado laboral: hombres y mujeres que desarrollan algún tipo de actividad ya sea de manera dependiente o independiente.

En nuestro país, la tasa de desocupación del trimestre móvil abril-junio alcanzó un 6,6% registrando una disminución en 0,1 punto porcentual respecto del trimestre anterior.  Esto se debe principalmente a las expansiones de la Fuerza del Trabajo, de la Ocupación y la disminución de los desocupados, según cifras otorgadas por el INE. Cabe destacar que gran parte de la explicación del aumento de la fuerza del trabajo, es consecuencia de la participación de las mujeres en el mercado laboral, que se cuadriplicó con respecto a los hombres.

Así lo demuestra la última encuesta laboral del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile que estipula que la ocupación femenina alcanzó un máximo histórico de 50,1%. Sin duda, las mujeres se han empoderado de un mercado que, en años anteriores, tal vez era estimado solo para hombres. Si consideramos que el 80% de los emprendimientos en Chile es realizado por una mujer, nos daremos cuenta que las labores públicas y privadas tendientes a potenciar a este sector cobran real importancia. Según cifras de Gobierno, de los 712 mil empleos creados el último año, más del 50% de ellos fueron para las mujeres, específicamente 384 mil, lo que ha permitido hoy que miles de ellas estén emprendiendo nuevos desafíos, entre los que se destacan en nuestras zona, aquellos asociados a la reconstrucción.

Claramente, la participación de las mujeres a través de un emprendimiento permite sin lugar a dudas fortalecer nuestra economía, por lo que cobra relevancia que las autoridades públicas y privadas desarrollen constantemente mecanismos que brinden apoyo al sector femenino para así permitirles a aquellas mujeres, que siendo económicamente activas, minimicen el temor al fracaso de iniciar un nuevo negocio y logren alcanzar nuevas iniciativas laborales.

Verena Yáñez Andrades
Académico FACEA
Universidad Católica de la Santísima Concepción