He visitado a una amiga luego de un tiempo, para constatar nuevamente lo mismo: Mi amiga es una buena cristiana, lo declara ella misma en un elaborado e ingenioso manifiesto, porque ella es muy aguda, selectiva y creativa; ella ayuda, por ejemplo, al caído en pobrezas, no a cualquiera sino a aquel o aquella que tuvo un pasado de opulencias pero conserva aún un buen nivel intelectual; ese merece dádivas y compensas. Me doy cuenta que para ella la pobreza es relativa; no es lo mismo la pobreza aquella de no tener dinero para renovar el auto por otro último modelo, o no tener para viajar a Europa o EEUU, a no tener el pan nuestro de cada día, ese que reza precisamente, a cada hora de comida, al menos cuatro veces al día. Me recuerda, ella ,lo difícil de ser cristiana y le agradezco muchísimo pues debo superarme. Jesus nos dijo, por ejemplo, entre otras enseñanzas aquello de: si tu hermano te golpea la mejilla, tú le pones la otra y le perdonas setenta veces siete; si un hermano te pide la túnica, tú le entregas tres; que no tiene gracia alguna que ames a tus amigos, porque a los amigos naturalmente se les ama, la gracias está en amar a tus enemigos y que es más fácil trasladar camellos por ojos de agujas a que el pudiente viva en el reino de la generosidad y algunas veces el mayor acto de generosidad es sólo “escuchar al otro”, lo que desconoce cuándo se trata de ella misma. Me cuesta mucho ser cristiana y si existe alguna diferencia entre mi amiga y yo, es que mi amiga supo de Jesús a los cuarenta años y le conoce bien, yo que lo bebí desde la cuna, aún no soy una buena cristiana; de aquí puedo deducir algo muy inquietante en el tener padres, que te enseñen alguna Religión desde una temprana edad, porque adquieres el mal hábito de juzgar y comparar: el vivir como “cristianos” entre cristianos.
A mi amiga le estoy muy agradecida porque de ella aprendo cada vez que la veo, de lo que también deduzco que debería visitarla más seguido; en realidad, estas amigas así son varias, pero también soy yo misma.
Violeta Cáceres Cáceres
Escritora
Encargada Sala de Conferencias y Exposiciones
Universidad Católica de la Santísima Concepción