Hace algunas semanas el Presidente de la República, Sebastián Piñera, después de tres años de negociaciones, firmó un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Malasia, consolidando de esta forma la estrategia de Chile de ser el primer país de América Latina en acercarse comercialmente a los países del Asia y el primero de la región con el que Malasia estrecha sus vínculos comerciales, llegando a tener hoy acuerdos comerciales con 57 países.
El TLC significa que el 95 por ciento de nuestros productos, incluyendo los agrícolas, va a entrar con cero arancel al mercado de Malasia y durante los próximos cinco años el 100 por ciento de nuestros productos.
Malasia, nación con una economía similar a la chilena en tamaño y con aproximadamente 27 millones de habitantes, presenta un PIB per cápita (PPP) que bordea los US$ 14.000, según fuentes del Fondo Monetario Internacional (FMI, 2008). Además, es un importante productor de gas natural y petróleo, lo que representa un gran atractivo para la economía chilena.
Con este nuevo TLC, Chile busca consolidar su estrategia en Asia, particularmente con los países del ASEAN (Grupo de Países del Sudeste Asiático, en donde participa Malasia), que crecieron un 5 por ciento entre 2004 al 2009 y, según el FMI, se proyecta para los países de este grupo un crecimiento anual en torno al 7 por ciento para los próximos cinco años.
Este TLC podría transformarse en una oportunidad para nuestras pymes regionales, considerando las características de ese país, con más de 330.000 kilómetros cuadrados y una riqueza socio cultural con influencias budista-hindú, que se arraiga en su historia como parte de la Ruta de las Especies, producto de las colonizaciones de portugueses, holandeses e ingleses entre los siglos XVI y XIX. Por lo tanto, encontramos distintos grupos de consumidores que en un futuro cercano pueden ser analizados por pymes regionales que deseen ampliar o abrir nuevos horizontes de negocios y llegar a este mercado con productos no tradicionales.
En la Región del Biobío existen distintos actores que están desarrollando iniciativas para colaborar con las pymes y éstas puedan aprovechar las oportunidades de los mercados del Asia Pacífico. En este contexto, la UCSC creó el Centro de Estudios y Desarrollo Asia Pacífico (CEDAP), que busca contribuir, desde una perspectiva global, a la integración de la Región del Biobío con el Asia sobre la base del desarrollo de diferentes servicios de difusión de idiomas y culturas, y del apoyo integral a las pymes en su intercambio comercial. Sin embargo, esta tarea se puede lograr solamente si se trabaja en conjunto con las restantes iniciativas, por ejemplo, con el proyecto de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción (CPCC) de establecer una plataforma de negocios con China especialmente para las empresas que tienen un potencial exportador pero que se enfrentan a dificultades que impiden concretar negocios con Asia.
Gonzalo Bordagaray Bellolio
Director Centro de Estudios y Desarrollo Asia Pacífico
Universidad Católica de la Santísima Concepción
G.B.