Los resultados de las Primarias y la Democracia Cristiana


Históricamente la Democracia Cristiana chilena, que derivó de la juventud del partido conservador a fines de los años 30 del siglo XX ha tenido un recorrido marcado por ciertos hitos especiales. Fuertes liderazgos unidos a una doctrina que buscaba distancia de los dogmas capitalistas y marxistas, alejada de la violencia y cercana al mensaje religioso cristiano, todo lo cual impactó fuertemente a sectores juveniles chilenos, clases medias que la transformaron por décadas en la principal fuerza política.

Desde fines del siglo XX la realidad sociopolítica cambio y otras fuerzas con potentes liderazgos juveniles entraron a competir por la clientela electoral de la DC provocando una disminución en su apoyo electoral. Las primarias del domingo, reafirman esa tendencia, sin embargo sería reduccionista plantear que a partir de lo ocurrido en dichos comicios se acentúa la decadencia del conglomerado, como también,  resultaría irreal desconocer las causas las proyecciones que estos resultados pueden generar.

Lo ocurrido debe enmarcarse en el contexto global de la política chilena, que nos indica la decepción generalizada respecto a dichas organizaciones y sus representantes, a lo que la democracia cristiana en particular, debe adicionar un liderazgo débil y con una trayectoria nacional de poco recorrido, esto último dicho sin afán de calificar, sino que haciendo una correlación por ejemplo, con la trayectoria política de las figuras históricas de la tienda falangista que fueron haciendo camino por décadas antes de alcanzar una figuración nacional.

Si a lo anterior agregamos que la candidatura democratacristiana dentro del pacto, debía competir con un liderazgo que se introducía en sus propias filas y que no podía, por razones de lealtad política pasada y futura, ser cuestionada a fondo, podemos configurar un escenario donde más que luchar por ganar, se debía intentar mantener presencia y espacio al interior del mismo conglomerado.

La DC en este sentido, y junto a los demás partidos están pagando un precio alto, por ser considerados los gestores y aprovechadores de un sistema injusto, y este descrédito se agudiza al no tener un discurso heroico, un planteamiento fresco y renovador, en  un medio social que se encuentra actualmente lleno de críticas y quejas del ciudadano común, que rechaza en general, todo lo que llega de las estructuras del poder, a quienes visualiza como los responsables de los abusos a los que siente ha sido sometido.

amedinaDr. Andrés Medina Aravena
Académico Licenciatura en Historia
Universidad Católica de la Santísima Concepción