Los desafíos de María Carolina Schmidt


Los desafíos que debe enfrentar la Ministra de Educación, María Carolina Schmidt, son complejos, pues llega a ocupar el puesto de un ministro que fue forzado, legalmente, a dejar su cargo y, porque, la ”figura del ministro“, y ella misma, representan una visión de la educación diferente a la que tienen los principales detractores del modelo imperante.

Su principal desafío es defender el modelo económico que representa y, de acuerdo a su perfil profesional, ha sido puesta en el cargo para ese efecto y, en lo posible, avanzar en una agenda legislativa que dejó el ministro Bayer en orden a trasparentar el lucro en educación. Una tarea grande será llegar a acuerdos con la oposición e impulsar leyes que en educación son relevantes como la carrera docente, la acreditación y la Superintendencia de Educación.

De cara a las elecciones de noviembre, para la oposición no será fácil acceder a negociar con el Gobierno pues la presión que ejercen las movilizaciones estudiantiles y ciudadanas son fuertes, dado que no haber hecho nada para terminar con el lucro y prácticamente abandonado la educación pública cuando fueron Gobierno les ha de pesar muy fuertemente al momento de optar por continuar con la agenda legislativa que está en el Parlamento.

El desafío mayor de la ministra tiene que ver con las causas de fondo, a estas alturas, ”doctrinales“ o de ”principios ético-morales“ que originan las movilizaciones estudiantiles. Pensar sólo en la contención de las movilizaciones no será suficiente, pues éstas tienen el respaldo de una ciudadanía que siente que se le impuso prácticas económicas lejanas a los valores humanísticos y cristianos en que se ha basado su educación.

Más bien soy escéptico en cuanto a que se generen cambios que pongan fin al lucro en educación y que se avance sustantivamente en su gratuidad.  Además, ninguno de estos “temas” estuvo en la agenda legislativa de los gobiernos anteriores y del actual, enfrentándonos a concepciones contrarias del Estado respecto de la ”cosa pública“, por lo que habremos de ver qué tan dispuesta está la clase política a llegar a un modelo educativo que dé garantías de equidad y calidad en educación donde el Estado el principal garante.

aladino-aranedaAladino Araneda Valdés
Académico Facultad de Educación
Universidad Católica de la Santísima Concepción