Hoy, lamentablemente, la atención de futura Ley de TDT está centrada en la polémica de la FIFA respecto a los derechos de programación de los partidos de la selección, cuestión que de seguro se resuelve con la posibilidad de veto presidencial que posee el Ejecutivo. Sin duda, fue un error de la Cámara al no considerar los derechos FIFA sobre los partidos de la selección, lo que se les pasó por alto los legisladores, que ilusamente supusieron que la roja era de todos, pero todo indica que ¡era de la FIFA!
Al margen de ello, muy pocos se han detenido a reflexionar en que el pasado 19 de octubre 36 diputados UDI presentaron ante el Tribunal Constitucional un requerimiento de inconstitucionalidad a cuatro artículos de la futura Ley de TDT, entre ellos el de Must Carry u obligación de los operadores de TV de pago para portar un mínimo de cuatro canales regionales, locales o comunitarios de su ámbito de cobertura. Cuestión que el Tribunal Constitucional deberá dirimir esta semana. Al respecto cabe preguntarse porqué es importante mantener el Must Carry; o más allá: qué intereses comerciales defiende la bancada UDI.
Bueno, de no existir el Must Carry o de ser declarado inconstitucional bajo el requerimiento de los diputados, la posibilidad de que un canal regional sea visto por un chileno es absolutamente minoritaria y determinada sólo a la televisión aérea o a la buena voluntad del operador de turno. Esto se entiende a la luz de las estadísticas de IBOPE-2012, que indican que la TV de pago tiene una penetración en hogares chilenos que alcanza el 64,4%, es decir más de dos millones de suscriptores, sin contar “los colgados” lo que nos convierte en el tercer país de Latinoamérica con más suscriptores, sólo detrás de Colombia y Argentina.
Desde esta perspectiva, curiosamente una de las grandes ventajas que se ha promocionado de la Ley de TDT, como es una mayor programación cultural y potencialmente más canales regionales y locales gracias a la reserva del 40 por ciento del espectro, sólo será disfrutada por una minoría de televidentes. La razón es que visualizando la expansión del cable, la única forma de resguardar la posibilidad de que un canal local o regional tenga audiencia, es transmitiendo su señal por una multiplicidad de plataformas, es decir a través de la Televisión Aérea, pero también a través de su inclusión en el cable o satélite. Pues si hay algo que definitivamente nos pertenece a todos y que la FIFA no nos puede quitar, es el derecho a la información y a visualizar los contenidos que nos son propios.
Dr. Fernando Fuente-Alba Cariola
Director Centro de Producción Audiovisual
Escuela de Periodismo
Universidad Católica de la Santísima Concepción