«La Planta UCSC» (1° lugar UCSC en mil palabras)


No sé cómo pasó, cómo he llegado a este momento, debe ser que han pasado muchos sueños, muchas cosas inconscientes que están forjando mi futuro. Mis días en esta tierra, pero, no con la conciencia tan a flor de piel, desde que la magia de la tranquilidad abrió los ojos de mi alma… ver el mundo con otros ojos es un proceso, donde es más fácil sacar una espina de la pata de un oso salvaje, tanto así que, cuando se logra dominar la técnica, tanto de pensar como de actuar, y ver cosas que antes eran desconocidas, quedas casi sin palabras de lo increíble que llega a ser todo esto…

Hay un lugar físico, donde día a día posan las abejas y que, como una flor repleta de néctar, incluye, luego de sus jornadas, abrir las alas y volar lejos a sus destinos, unos con compañía, otros solos, aunque muchas flores comparten la sabiduría, el aprendizaje y la experiencia. Si pudiera resumir en palabras, el lugar donde he pasado días, y por donde muchos como yo han dejado su huella, es en un enjambre. En diferentes áreas, cada hoja de la planta, cada pétalo de la flor, cada gota de rocío, cumplen su función, para que las abejas lleven lo necesario y así seguir con su camino, sendero, futuro, en un mundo donde se abren puertas al conocimiento, ya no tan básico, donde ya sabes que cada abeja parece ser igual, pero, en la realidad, son tan diferentes, y, en un mundo desconocido para tantos, forman lo que luego serán las generaciones, que pasarán inadvertidas, porque vendrán otras; pero la planta y las flores seguirán dando lo mejor de sí para entregar su mejor néctar.

En un año, donde he tenido que tomar decisiones, como mejorar mi vuelo, a qué grupo de abejorros unirme, cuando hay tanta diversidad y ni una pizca de exclusión, donde hay siempre una buena alternativa, donde te haces responsable de lo que haces y fijas tu mirada en un propósito. He querido pensar e imaginar que miro al pasado y preguntarme, si ha salido de esta planta lo mejor en esta zona tan rica y abundante en flora y fauna, y responder con certeza que es así, que hay un sello personal que distingue a los abejorros que alzan su vuelo desde esta planta…

En lo general, cómo no agradecer a esta tierra fértil, que ha dado lugar, entre sequías y cansancio al labrarla, a una maravillosa planta, que la madre naturaleza dio el nombre de UCSC, cómo eligió ese nombre entre tantos otros; me confundo al imaginar el zumbido de las abejas scscscscscsccs y que la u, en realidad, como buena vocal, no podía faltar… no es muy buena argumentación, pero es válida en mi mundo, que incluye un rango de planta, flor y abejas, cuando eso es lo que parecemos en movimiento. En un planeta inmenso, somos una pequeña zona dentro del jardín o la pradera, que cumple su misión en disposición de su visión, sentir orgullo de pertenecer a este enjambre, lleno de cultura, que me hace querer ser mejor, pero esto no significa actuar sin humildad, sin darle un trato digno a cada ser. Pues bien, ya sé que, saliendo en un futuro de esta querida UCSC, quedará en mí el delicioso sabor del néctar que han ido mejorando las generaciones pasadas y mejorarán las generaciones futuras.

Reflexionar que, en el ámbito que sea, la especie que corresponda, teniendo la voluntad de forjar ser mejor, de encontrar las habilidades y competencias, y gracias al equipo necesario, se puede ser grande, en muchos aspectos. En este caso, la semilla que crece da lugar a una planta, y, a su vez, esa planta da paso a una bella flor que, mediante procesos que tienen su fundamento científico, produce néctar para abejorros insaciables, en búsqueda de mejor calidad de vida y de oportunidades para ellos y su entorno.

Teniendo tanto que expresar, solo daré lugar a la naturaleza de la vida, a una coincidencia, que atrajo mi vuelo hasta donde hoy convivo con seres únicos, cumpliendo un rol fundamental en mi visión de un mundo sencillo, pero con la conciencia florecida a un mundo conflictivo, pero, sin olvidar que cada experiencia es de aprendizaje, aunque mínima, como una abeja, que en un universo es pequeñísima, pero que, reduciendo el área, es muy importante, y estoy segura que, para muchos, la UCSC ha sido un lugar físico que dejó, deja y dejará un legado de miles y miles de abejorros, que emprendieron, emprenden y emprenderán el vuelo, y así, sucesivamente, por muchas generaciones, ha sido, es y será. Obra tras obra hacia el bienestar de lo que la vida, Dios, o en lo que se tenga fe, lo demuestra cada factor, influye en el desarrollo de buena vida y energía necesaria para que todo funcione bien, sin grandes dificultades. UCSC agradezco tu acogida, tu espacio, tu oportunidad de alzar mi vuelo, sin olvidar que fui parte de tu proceso de esparcir tus semillas, presentes en el néctar que es tu esencia: Ser La Mejor Universidad Para Mi Desarrollo.

Seudónimo: Panal
Nombre alumna: Gabriela Antipil Santibáñez
Instituto Tecnológico Sede Cañete