La oración en orígenes


Este gran sabio, a caballo entre finales del siglo II y comienzos del III, es uno de los escritores más prolíficos. Brillará estelarmente en el estudio y acercamiento a la Sagrada Escritura: exponer su contenido será lo que más le entusiasme en su tarea de docente en la Escuela de Alejandría, de la que llegó a ser su director. Fue un  místico sublime, cuya mayor preocupación no sólo es estudiar lo que nos ha revelado Dios mismo como es la Escritura, sino comprobar que cuanto más y mejor se le conoce al Señor, mayor es el enamoramiento que produce dicho conocimiento.

Por eso, entre sus numerosísimas obras, es uno de los Escritores Eclesiásticos de la  Patrística más prolíficos, contamos con un tratado SOBRE LA ORACIÓN; está obra compuesta, para satisfacer la petición de un matrimonio de amigos – Ambrosio y Tatiana-, constituye el estudio científico más antiguo sobre la oración cristiana, que nos revela además la profundidad y el fervor de la vida religiosa de este maestro.  En esta obra  le vemos  ir permanentemente a la Palabra de Dios para descubrir lo que El nos ha revelado y que vertebra el manejo de la “lectio” de las Sagradas Escrituras, a la que nos anima en otra de sus obras a “aplicarnos con perseverancia”.  Este estupendo descubridor de los “sentidos” que tiene la Palabra de Dios y que es tan necesario  conocer bien, nos estimula a acercarnos a ella, sabiendo que detrás está Dios; y así como cuando  llegamos a una puerta de entrada lo que hacemos es llamar,  si esa “lectio” es en esos momentos  como una puerta que no se abre, tocar de nuevo es conseguir que “el guardián se la abrirá”.

Hablará de que cuando lo nuestro que es “tocar y buscar” no da resultados porque parece no ser oído nuestro requerimiento, hay que recurrir a la oración y comprobaremos que su necesidad es absoluta: “pedid y recibiréis”.

Como Orígenes fue un gran místico, cuyo deseo de unirse a Dios fue tan fuerte como necesario va a llevarnos al amor que es la clase de conocimiento más elevado. Como es un consumado conocedor de lo que Dios nos ha revelado, encontrará en el mismo término del “conocerse” de Adán y Eva una manifestación de cómo la unión en el amor es el conocimiento más auténtico.

En otras obras expone el doctor alejandrino sus enseñanzas sobre lo que Dios nos ha revelado y que está contenido en la Sagrada Escritura y en la Tradición.  En sus Homilías y en sus Comentarios desfila casi toda la Escritura. Por eso, asomarnos a los análisis que hace al Cantar de los Cantares, es localizar lo que para este místico es la oración: los momentos en que el Esposo se acerca de la manera más plena. Eh aquí algunas de sus expresiones: “…he sentido que el Esposo se me acercaba al máximo; después se iba de repente, y yo no pude encontrar lo que buscaba. De nuevo siente el deseo de su venida, y a veces él vuelve, y cuando se ha aparecido, cuando le tengo entre las manos, se me vuelve a escapar, y una vez que se ha ido me pongo a buscarlo una vez más…”  Es la unión de la que hablan los místicos con gran fuerza al expresar lo que han vivido: la unión esponsal.

Padre-CecilioPbro. Cecilio de Miguel Medina
Director de Pastoral
Universidad Católica de la Santísima Concepción