Infraestructura, pero con calidad de servicio


El reciente discurso presidencial nos permite mirar con optimismo lo que se pueda concretar a nivel regional en materia de conectividad, siempre y cuando, el foco de las decisiones que se adopten, no solo se centre en la construcción de infraestructura, sino también en el mejoramiento de la calidad de los servicios públicos ligados a esta.

Muchos de los anuncios presentados el pasado 21 de Mayo por el Presidente, dan luces de un año 2012 en el que habrá presupuesto para el desarrollo de iniciativas y proyectos tendientes a mejorar la región. Partiendo por las tareas de reconstrucción, remodelación de estadios , construcción de parques y teatros, mantención de planes de desarrollo para zonas desfavorecidas como Arauco, y el proyecto de ley de financiamiento del Transantiago que trae aparejado la distribución de dineros equivalentes en las regiones para fines diversos. De acuerdo al discurso presidencial, estos últimos dineros podrán ser utilizados por las regiones para “subsidiar tarifas, extender la cobertura, renovar flotas, invertir en ferrocarriles o desarrollar nuevas obras de infraestructura”.

Es aquí donde la ciudadanía debe ser clara en exigir a la autoridad que estos nuevos fondos regionales no sean gastados solamente en caminos, accesos o puentes, sino que en iniciativas tendientes a impulsar un mejoramiento del transporte público regional, tanto urbano como rural. No sacamos nada con tener autopistas de 4 carriles, si la oferta de transporte público es deficiente, precaria y cara. Siguiendo esta lógica, debieran verse favorecidos los servicios de transporte rurales y los que unen Concepción con localidades que se desarrollan en torno a ella (Coronel, Tomé, Santa Juana, Cabrero, etc.).

Es imprescindible presionar a las autoridades locales a que enfoquen este gasto hacia un mejoramiento en la calidad del transporte público: disminuyendo tiempos de viaje, abaratando tarifas y/o mejorando la seguridad del sistema, lo que redundará sin lugar a dudas en un incremento en la calidad de vida de las personas.

Mg. Mauricio Villagrán Valenzuela
Académico Facultad de Ingeniería
Universidad Católica de la Santísima Concepción