Gran académico y Canciller de la Mediación


Transcurridos  unos días del fallecimiento del destacado catedrático de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile Jaime del Valle Alliende, donde se desempeñó por más de 50 años,  cabe recordar su trayectoria en que también  fuera  en un período de su vida Ministro de Relaciones Exteriores de Chile.

A fines de 1984, después de alcanzar un acuerdo definitivo en un proceso que se prolongó por casi seis años   el Vaticano, como producto de la mediación papal aceptada por el Papa Juan Pablo II, se acordó y firmó el texto del Tratado de Paz y Amistad que puso fin al conflicto limítrofe en la zona austral entre Argentina y Chile. El 2 de mayo de 1985,  se procedió al canje de los instrumentos de ratificación en solemne ceremonia presidida por el Pontífice en la Sala del Consistorio. En esas oportunidades correspondió al canciller Del Valle representar a Chile, mientras el Ministro Dante Caputo cumplía el mismo rol por la República Argentina.

En la ocasión, este último, hizo un  firme llamado a la unidad expresando que “hemos llegado al final de una de una dificultosa etapa. Ahora tenemos por delante un inmenso campo de acción que nos muestra en su horizonte un venturoso porvenir. No perdamos ya más tiempo: comencemos a recorrerlo juntos”.

 El canciller Del Valle señaló a su vez: Por insinuación precisa de Vuestra Santidad,  el tratado ha abierto también muy anchas las puertas para la cooperación económica  y la integración física entre Chile  y Argentina, cuyos resultados positivos esperamos no tardarán en hacerse sentir para mutuo beneficio de ambos pueblos. No parece exagerado por tanto expresar que el Tratado de Paz y Amistad constituye un ejemplo de cordura y sensatez en un mundo convulsionado por el odio, el egoísmo y la sinrazón”.

Cuanta verdad contenían estas palabras del canciller chileno si se observa y se aprecia hasta hoy los enfrentamientos entre pueblos, lo que bajo la inspiración del Papa logró evitarse buscando a través del tratado  la paz, unidad y corporación mutua entre estos dos países del extremo sur americano. Este es también un legado que nos deja el académico Jaime del Valle y que los pueblos de Chile y Argentina deben tener siempre presentes y nunca olvidar.  Como diría después Juan Pablo II al evocar el Acuerdo: “Prevaleció la fuerza de la razón sobre las razones de la fuerza”.

Recordamos que en diversas oportunidades, en el  plano académico, el profesor  Jaime del Valle, que también fue en dos ocasiones Decano, como igualmente Pro Rector, tuvo amplia colaboración con la Universidad Católica de la Santísima Concepción y su Facultad de Derecho, participando en sus actividades y entre otras materias, explicando el Tratado y sus proyecciones.