El mes pasado dejó de existir una de las mentes más brillantes del mundo de la informática, Douglas Engelbart. Fue él quien patentó el mouse, dispositivo que nos aliviana bastante la carga a la hora de interactuar con un computador. Este dispositivo fue diseñado mientras lideraba el Centro de Investigación Aumentada (ARC) en la Universidad de Stanford. Posteriormente, su co-diseñador, Bill English, se trasladó al Centro de Investigaciones de Palo Alto de la empresa Xerox, donde lo desarrolló en la forma en que lo conocemos ahora.
Engelbart fue el que propuso los primeros rudimentos de lo que hoy conocemos como internet, interfaz gráfica e hipertexto. En su artículo del año 1962 «Aumentando el Intelecto Humano: Un Marco Conceptual» propuso que el intelecto colectivo aumentaría si se aceleraba la evolución de los diferentes elementos técnicos y no técnicos para aprovechar la nueva tecnología, ya que ésta crece explosiva y exponencialmente. De ahí su visión de la necesidad de mejorar el coeficiente intelectual del colectivo social en base al intercambio de conocimiento, ya que, debido a su complejidad, los problemas de la sociedad no se solucionarían por la acción de cada individuo, sino de una red de individuos con distintas capacidades y habilidades.
Finalmente, Engelbart continuó investigando y desarrollando toda su vida. En 1997, recibió la Medalla Nacional de la Tecnología de los Estados Unidos de Norteamérica, por sus logros en el campo de la innovación tecnológica. Dejo una cita de él mismo, que lo retrata de manera íntegra: «Nuestra habilidad para superar obstáculos colectivamente no mantiene el ritmo del incremento de la complejidad de los problemas a los cuales nos enfrentamos. Si no nos ponemos al nivel, tendremos serios problemas».
Javier Martínez Ortiz
Periodista
Universidad Católica de la Santísima Concepción